Adriana: Buenos días, nos fue muy bien, vinimos muy contentos, fuimos
con Iván Alvez, el compañero de fotografía del Diario La
Juventud, fue más que una entrevista una charla con dos compañeras,
dos luchadoras, que además manifiestan su firme fe en la gente que está
peleando afuera por la liberación de los cuatro. En el abrazo cuando
uno se despide de dos personas que quedan detenidas una de ellas nos dijo: “ustedes
sigan peleando que nosotros acá escuchamos la radio, y nuestros familiares
y amigos nos cuentan. Mientras ustedes estén peleando afuera nosotros
acá bancamos bien”.
Angeles: ¿Dónde es la visita?...
Adriana: En realidad nos dieron un lugar especial, no pudimos pasar a ver donde
están las reclusas, como viven, donde duermen, no pudimos acceder ahí
en ningún momento, nos recibieron muy bien, eso hay que decirlo, no nos
revisaron nada, solo dejamos el documento de identidad en la entrada, nos hicieron
pasar a una sala y nos preguntaron qué necesitábamos para trabajar
y le dijimos que un lugar donde poder grabar, nos dieron una sala con ventanas
abiertas, donde se podrá escuchar en la grabación conversaciones
y gritos que suponemos que eran de las propias reclusas que estaban en el patio.
Trabajamos tranquilos, preguntamos si teníamos algún tipo de condición
de tiempo o algo, y nos dijeron que no, que a las siete se cerraba la cárcel,
que trabajáramos tranquilos.
Así fue, nos hicieron pasar a una sala, nosotros llevábamos algunas
cosas que consultábamos más temprano con dos muchachas a ver qué
necesitaban, nos pidieron algunos comestibles, y no nos revisaron los bolsos
ni nada.
Pasamos a una sala donde había una mesa y tres sillas, luego trajeron
otra más, al ratito las trajeron a ellas y se fueron, nos dejaron conversando
a los 4.
Dos cosas a destacar, una es el buen ánimo que tienen las dos, tienen
muy claro que es un compromiso, que hay un antes y un después del 4 de
noviembre, que apresuró todo y que ellas sienten ese compromiso social
con la lucha que ellas venían dando en su vida común.
La conversación comienza pidiéndoles que se presenten, que digan
quienes son, donde trabajan, cómo llegaron a ese 4 de noviembre.
Vamos a escuchar lo que conversábamos con las compañeras...
"Soy Lilián Bogado, trabajo en el CASMU hace 10 años y antes
trabajaba en IMPASA, hace 20 años que soy auxiliar de enfermería,
milito en AFCASMU, estuve en un momento en la dirigencia, ahora estoy en el
comité de Base de Sanatorio II, estoy en la Agrupación 1º
de Mayo.
A parte estamos tratando con unos compañeros de enfermería unificar
una Unión Nacional de Enfermeros, de tecnificar nuestra carrera, andábamos
en eso, también en torno un poco a Mundo Afro, la raza, la discriminación,
por ser mujer, sindicalista, negra.
Y ta, tengo un hijo de 21 años a quien le dolió mucho esto, porque
no está ni ahí, lo que le pasa a las madres porque cuando una
madre milita mucho los hijos le reclaman tiempo y bueno, ya tiene preparada
una jaula, pero esa soy yo.
Yo soy Fiorella, estaba participando en el Galpón de Corrales, estaba
mucho con el tema de los gurises, de los niños, la plástica.
El Galpón de Corrales es un centro social de Villa Española, es
frente a FUNSA, ahí funciona un comedor, una biblioteca popular, una
radio comunitaria que es Barrial FM y después está trabajando
la Comisión de cultura que trata todo el tema de la educación,
por ejemplo, hubo problemas en una policlínica de Villa Española
y también se tratan todos estos temas, en esa Comisión donde también
participo.
También estaba participando en la comunidad del Sur que estaba haciendo
un curso de huertas comunitarias, el hacer panes, mermeladas, casas de barro,
como hacer una huerta y quería seguir estudiando porque no terminé
el liceo, me interesa mucho el tema de la alimentación y de los transgénicos
aunque no participo en ningún grupo, pero si estoy en ese tema. Había
salido en la Comisión de Ecología del Galpón de Corrales,
estábamos en la vuelta, tengo 21 años.
- ¿Qué está pasando acá adentro?, ¿cómo
llegaste?
Fiorella: Yo fui a una manifestación y caí presa por sedición.
Quedé bastante de cara porque no tienen pruebas de que yo rompí
nada, me quedé bastante sorprendida, en ese momento empezaron a salir
todos los compañeros y ahí, ta, no lo entendía mucho yo.
- ¿Con quién vivis?
Fiorella: Yo vivo con unos compañeros tratando de armar algo medio comunitario
y ta.
Adriana: ¿Lilián?
Lilián: ¿Cómo me cayó lo de sedición?, nos
quedamos todos de cara, realmente, pero después entras a atar hilos,
cuando el juez nos para adelante de todos los policías a los 15 y todos
los policías te van identificando, claro, si te apresa uno, el otro te
conduce a la camioneta, el otro te tira al piso, todos te conocen.
Entonces apuntaban a María Delia y a mí, o en una me zarpé
porque le dije: "¿estoy de cartón ligador?, ¿soy la
única que vieron todos?, yo quiero que pongan en frente de mí
a los que me golpearon".
Adriana: Hay que decirle a la audiencia que en las fotos de los diarios se ve
claramente...
Lilián: Claro, cuando pasa eso nos dicen que nos calláramos,
que nos quedáramos tranquilos que después iba a venir la parte
donde hablar nosotros.
Cuando me hacen la entrevista a mí después yo le cuento que en
realidad yo iba a la Corte Electoral para justificar el no voto de las elecciones
universitarias porque ese día estaba enferma y no pude ir a votar y como
siempre llego tarde, era mi día libre y salía pensé que
la marcha ya había terminado, 15:30 ó 15:45 y me encuentro con
una marcha que si estaba por terminar y los policías que venían
como parando adelante, 3 policías de verde con gente atrás, tirando
piedras para la gente de la marcha, a los muchachos.
Veo a los Pumas, a los Coraceros que se abalanzan y en una me tiran.
Ahí a los que me tiran a mí se caen, un compañero de ellos
viene y me cazó de los pelos.
Ahí pasa un compañero mío y me logra zafar, cuando yo me
levanto me agarra ese policía, que yo pensé que era el otro -porque
salían de todos lados- entonces cuando él me tira al piso la gente
me empieza a patear, a escupir y a decirme cualquier disparate, "matala
a esa atorranta, a esa negra de mierda". Yo dije, sácame de acá
que me matan.
Pero cuando vi las fotos, que las vimos recién el martes que una compañera
tiene televisión y que después dijeron que la foto era trucada,
que mi hijo me dice: "mamá, ese bolsito era el tuyo". Yo me
quería morir porque si la gente le hace caso al tipo y tira, yo ya estaba
contando el cuento y vos ¿cómo le explicás a la gente que
era inocente?, si yo era culpable ¿dónde estaba la capucha?, porque
dijeron que yo estaba encapuchada, agarraron a la gente que pasó, el
juez me dice: ¿usted qué vio en la plaza?, yo no vi nada en la
Plaza, yo no pasé a mirar a todo el mundo lo que estaba haciendo en la
Plaza, yo pasé y me encontré con el Puma que me llevó puesta
y después cuando nos hacen una segunda entrevista a María Delia
y a mí estaba los 4 pumas y uno de ellos dice que uno de ellos me vio
venir, cruzar, y él como era muy caballero, como un príncipe valiente
se puso delante de mí para defenderme de la horda que venía, y
yo le dije: en mi vida se me hubiera ocurrido pedirle a un policía, mucho
menos a un coracero, que me defendiera ante algo, nunca jamás llamaría
la atención para nada.
Me robaron una vez y no llamé, no hice la denuncia porque no existe.
Entonces él dice que yo traicioneramente le pego con un cartel de no
estacionar, le rompo el casco, le rompo el chaleco y le lastimo el brazo, y
apareció con un pañuelito agarrado, después dice que no
podían conmigo y que vino otro policía, después vino otro
y me tiraron, ya estaba Fiorella adentro de la camioneta, me tiró, le
dije: "devolveme el celular", me devolvió el celular, me dio
todo, tira el celular ahí y pasa un loco por la ventanilla, nos escupe,
nos dice de todo, abro la ventanilla porque me calenté y le dije: "vení
si sos tan hombre y escupime en la cara", y un policía me cerró
la ventanilla.
Ellos ahí declararon que cuando me subieron al patrullero me desacaté
y me empecé a pegar contra las paredes del patrullero, por eso es que
tenía los golpes que tenía.
Y digo entonces que Fiorella era un a mala compañera porque ella estaba
conmigo, me podía haber contenido en esto, pero ta, no tiene sentido.
Bueno, el Juez cuando ellos dijeron eso me dijo: "callate barrikada",
pero yo ya no podía creer lo que estaba oyendo y pensé "acá
está todo mal, Lilián cayate", y cuando termina la declaración
de ellos me mira el juez y me dice: "¿mienten o no mienten?"
y yo los miré y ellos de pesado me miran y yo digo: "si, mienten",
y cuando me metieron la pesada y les volví a decir "si, mentís".
Cuando ellos nos llevaron a la 1ª a Fiorella y a mí el comisario
no aceptó los heridos, dijo: "heridos acá no", entonces
fuimos llevados al Maciel, nos atendieron ahí y cuando yo vuelvo a la
1ª estaban 4 pumas reunidos.
Me lleva la policía a un lugar cuando me deja sola ahí vienen
los 4 y me dicen: "¿así que vos sos enfermera y andás
tirando gente en el piso?" y yo le dije: "si no sabés andar
en moto, no me eches la culpa a mí", y yo no puedo tirar un tipo
de una moto, no tengo ni físico ni la edad como para andar tirando un
tipo de una moto, ni menos 4 pumas.
Ellos están todos vestidos de negro, con esas botas, se te paran en frente,
y yo les dije eso.
Adriana: ¿Se quedaron ahí en la pieza contigo?
Lilián: Si, fueron a provocar.
Adriana: Y vos Fiorella, contanos porque también te vimos en las fotos.
Fiorella: Si, lo que yo quería preguntarles a ustedes era qué habían mostrado en la televisión, qué videos mostraron porque nosotros al principio cuando estábamos en el juzgado nos dijeron que habían videos y después me pareció entender que dijeron como que no habían videos.
Adriana: El único que estuvo en el momento y que pasó un video
original fue el de Canal 12, que su periodista de Policiales, llegó enseguida
y grabaron todo.
Sobre tu detención, hay una foto de un coracero dándote un palazo.
Pero en el video se vio cuando te tiran entre 3 adentro de una camioneta, lográs
resistir, te agarran de los pelos, de los brazos y las piernas y te tiran para
adentro como bolsa de papas.
Después se ve también a Claudio, que está tirado en el
piso y lo agarran entre 4, lo apretan con una rodilla en la espalda y en el
cuello, eso se vio también. Lo más fuerte del video fue la detención
de Ignacio y María Delia. La policía sostiene a Ignacio mientras
el “civil” lo patea en las costillas y la cara; y cuando la detienen
a María Delia que trata de ayudar a su hijo y le pegan –Ignacio
ya esta tirado al costado de la camioneta, se ve que le sangra la cara- ella
intentaba acercarse, le grita al periodista que grabe el maltrato a su hijo,
y un policía le pega en la cabeza y le grita. Luega ella contó
en un progarama de la mañana de canal 12, que ese policía le gritaba
“calate vieja puta” y le daba piñazos en la cabeza.
Fiorella: Pa’. Bueno, yo estaba en la marcha, y caí, cuando la
vi a ella que estaban los pumas en las motos llevándola por delante.
Y después la gente de los bancos y los civiles también. Estaba
toda esta gente, yo estaba a lo último de la marcha, la gente empezó
a correr, los manifestantes y ahí yo me quedé atrás y la
vi a ella que la estaban agarrando con el tema de la moto que contó,
y fui a ayudarla.
Ahí fue cuando me agarraron y me empezaron a dar palo.
Lo que pasa es que yo no me acuerdo mucho, lo que si me acuerdo es del primer
golpe y después como que me quedé media ahí, después
me siguieron pegando y me caí, y me siguieron pegando.
Adriana: Ahí es cuando sale esa foto que se ve al policía apaleándote
con saña.”
Angeles: Vamos a seguir escuchando esta entrevista, en el día internacional
de la no violencia contra la mujer, si alguien escuchó el relato de Lilián
Bogado, presa en Cabildo, lo que le tocó vivir primero en la calle, cómo
le pegan, con qué le pegan, cómo la tiran, cómo la escupen
estando dentro de la camioneta de la policía y les dicen de todo, que
muchos de los insultos que les dicen a las dos y a otras compañeras,
son solo para mujeres, hay insultos que no se les puede decir a hombres, uno
no puede más que pensar en Gianola cuando dijo el 24 de agosto "qué
hacían esas mujeres ahí", después lo que le tocó
vivir en el juzgado, hay que estar dentro de una pieza Lilián con 4 pumas
o coraceros hablándole a ella en una actitud de intimidación total.
Lo mismo con Fiorella, esta jovencita que no se acuerda de los golpes que le
dieron, porque con el primero que fue en la cabeza ya la atontaron.
Adriana: Provocándola continuamente, contaba también que en ese
espacio que están ellas entre el Juez y la Fiscal, están todos
acusándola a ella, diez policías.
Pero más adelante ellas hablan del tema de la violencia hacia la mujer
también en la cárcel.
Angeles: Continuamos escuchando la entrevista:
“Adriana: ¿Y acá adentro? ¿Cómo llegaron, cómo están?
Lilián: La primer noche nos trajeron a esta sala, el domingo.
Porque nos detienen el viernes y estuvimos en la Comisaría 1º, luego
dormimos la Comisaría de la Mujer, nos llevaban todo el día al
Juzgado y de noche ahí. Cuando nos procesan nos traen para acá.
Fiorella: Quiero decir que esos días si no fuera por la gente no comíamos, porque todo el día en el Juzgado no nos daban de comer.
Lilián: Además en el Juzgado, aunque no se sabe si sos culpable
o no, te tratan horrible. Bueno, el domingo de noche vinimos para acá,
nos dieron un plato de comida, a mí mi familia me había traído
un colchón y me llevaron el bolso al calabozo que le dicen el rosedal,
y por lo menos estábamos solas las dos, nos dejaron ir al baño,
nos armamos todo ahí y por suerte dormimos.
En realidad teníamos miedo porque no sabíamos qué nos esperaba.
De mañana, nos dice la policía: “junten las cosas que salen
de acá”.
Ahí, yo con el brazo lastimado, es Fiorella que tenía que andar
con el colchón, las frazadas y el bolso y la comida que nos habían
donado, nos llevan al Sector 1.
Allí nos recibieron re bien; nos hicieron la cama, nos cedieron un placard,
prepararon el mate, nos convidaron con galletas. De lo mejor.
Por eso fue que creo que no terminábamos de sentarnos cuando vino otra
vez la policía y dijo “acá no” y nos dijo: “preparen
las cosas que salen de acá”.
Bueno -dijimos- ahora sí y nos temimos lo peor.
De ahí nos pasaron al Sector 3, que es donde están las chicas
que han sido violentadas por las demás presas o que requieren de seguridad
para poder sobrevivir dentro de la Cárcel.
Ahí nos dieron un lugar a cada una.
Es un corredor como el del salón de visitas, grande con 7 cuchetas que
ahora haría falta una porque hay dos chicas nuevas que están durmiendo
en colchones en el piso.
Hay un cuartito, que es parte como de una cocina, donde hay 2 cuchetas.
Después tenemos una puerta que da a un patio, donde está el teléfono
ese que recibe llamadas y la pileta. Hay un baño afuera y uno adentro.
Después están las piezas y están los calabozos que es donde
te guardan en penitencia, te trancan, te sacan una hora por día, a veces
no.
Cuando se pelean o hay problemas las calabocean.
Por ahora vamos zafando nosotras.
Fiorella: Pero las presas están en las peores condiciones. Donde estamos
nosotras no es tan malo, pero, hay lugares donde pasan ratas, está el
baño...ahí, o sea, no tenés condiciones ningunas.
Si no te llevan la comida las compañeras capaz que ni pasan a darte la
comida ni nada.
Adriana: ¿La comida la hacen ustedes mismas?
Lilián. Si. Porque acá te dan rancho todo los días. De
mañana te dan leche, el pan es de La Tablada o del COMCAR. De mañana
no hay pan. Después, te traen la comida del mediodía.
Te levantan a las ocho, a las ocho y media o nueve viene la leche, y después
estás sin hacer nada, hasta el mediodía.
En realidad estás todo el día sin hacer nada y hay gurisas muy
jóvenes que cayeron por la pasta base que en este país se condena
más el delito por propiedad que un homicidio, porque los mataron o torturaron
están sueltos. Entonces gurisas de 20, 21 años tienen para 6,
7 años... ¡Te querés morir! Porque son niñas, niñas
que vienen ya del INAU cascoteadas, compradas, que vos decís: esto no
puede ser.
Por eso yo te decía de lo del agradecimiento especial a Susana del Correo
Viejo por los juegos. Primero nos decían “ni ahí con los
juegos”, peor después empezaron a jugar y eso es importantísimo,
hasta para la integración entre ellas mismas, el poder estar sentadas
ahí aunque piensen diferente y hayan caído por causas diferentes,
que puedan tener un diálogo, jugar con una pelota. Ahora estaban jugando
a la paleta y no sabemos ninguna las reglas del juego, pero bueno...
Vaya el agradecimiento por los juegos porque les hace muy bien.
Seguimos; otro tema parece de la prehistoria, de un colegio de monjas. Sabés
que te hacen dormir siesta de 1 a 4 de la tarde. No sólo que te levantan
a las ocho, sino que a la 1 tenés que estar acostada sin haber hecho
nada, entonces no estás cansada. Ellos dicen: "la siesta se respeta,
el sueño del preso se respeta"...
Entonces los compañeros de COTELPA nos mandaron una radio, pero organizamos
y estamos enseñando los tiempos con la radio. De mañana escuchamos
los informativos, yo que soy la que me levanto temprano escucho los informativos,
después la radio, recibo las llamadas de la gente de la Plenaria, que
nos cuentan todo, y me entero en qué estamos.
Después a la hora de la tarde escuchamos "cumbiambas" todo
el día y a las 10 de la noche Fiorella pone su música.
Adriana: ¿La audiencia en qué las puede ayudar? Porque siempre llaman preguntando qué es lo que necesitan, qué pueden acercarles.
Lilián: Nosotros lo que quisiéramos realmente es saber cómo
se maneja esto acá adentro porque estamos asombradas, acá llaman
a las 10 de la mañana a enfermería y todo el mundo va a enfermería
y se dopa, y claro, cómo podés dormir una siesta si no estás
cansada, solo que te dopes.
Lo mismo a las 8 de la noche: llaman a Enfermería y van a hacer cola
y se dopan, después toman mate dulce para que le prendan para volver
a dormirse.
La verdad que yo, ni ahí, no sé quién es el encargado de
dar medicamentos acá.
Yo tengo mi psiquiatra en el CASMU y tomo un medicamento para dormir, me traje
la receta para que me la autorizaran y nunca pintó ver el psiquiatra
desde que estamos acá. Yo me anoté para que me viera y me autorizara.
A nosotras nunca nos vio.
El tema es que si bien es cierto que deben de necesitar medicamentos porque
la abstinencia las pone como locas y lo hemos visto -que se quieren cortar,
que le piden a la oficial que las ate porque se quieren cortar porque no lo
bancan-, pero no creo que todas sean tan esquizofrénicas ni psicóticas
como para que les estén dando la medicación que les dan, les dan
varias y todas juntas.
Ahora, para que no las escondan y no se las pasen a otras, se las pisan todas
chiquititas y se las hacen tomar al toque.
Fiorella: Hay una compañera, no sé qué medicación
toma en realidad, sé que toma 5, 6 pastillas todas juntas que son sumamente
fuertes. Y se caía, se levantaba y se caía. Fue horrible, la cargaban
entre tres para acostarla y ella no se dormía, volvía a levantarse,
quería ir al baño, y se caía.
Se sentí mal, sentía calor, sentía frío. Y es la
segunda vez, porque una vez anterior se le daba vuelta la lengua y todo.
Lilián: La verdad que nos preocupa porque van a salir más drogadependientes.
Fiorella: No sabemos cómo es el sistema del siquiatra, pero si sabemos que les van subiendo las dosis, suponemos que con orden del siquiatra que es un tal doctor Cat, según nos dijeron acá.
- ¿Ellas les han comentado si ven a un médico?
Fiorella: No, no. Nos los dijeron ellas que no lo ven.
Lilián: No lo ven. Pero además, es imposible que una persona se duerma si no está cansada. No hacen nada en todo el día, entonces claro, llega la ora de dormir y no tienen sueño. Entonces obvio, estás esperando que sean las 10 de la noche para tomarte una pastilla y dormirte. Porque acá no tiene agotamiento físico ni mental, entonces no tiene sueño.
Fiorella: Y las gurisas quieren hacer cosas. Piden. Preguntan, porque supuestamente
iba a venir una maestra a enseñarle a leer, porque hay muchas que no
saben. Pero hasta el momento nada y dicen “pa’ la maestra no vino”.
Entonces uno ve el interés, pero no tiene respuesta.
Supongo que es todo el sistema que tranca, la propia burocracia que a veces
hay proyectos de gente que quiere venir a dar una mano y no se lo permiten.
Por ejemplo ayer me vino a visitar una amiga y hablábamos de estas cosas.
Me contó que una vez presentó un proyecto para venir a trabajar
a Cabildo y no la dejaron. Son cosas que no entendés.
Lilián: Acá hay ocho máquinas de coser que están
rotas y están ahí. Entonces ellas podrían hacerse ropa
para ellas y sus hijos, podrían coser para afuera y ganarse un peso...
Pero no, están ahí paradas, ¿para qué las quieren?
Hay ONG’s trabajando acá, pero la verdad que no se ve. Hay una
cooperativa de presas, hay un Grupo de Apoyo Penitenciario que al principio
tuvimos una rispidez con ellos, pero ahora está mejor la relación.
- ¿Qué pasó con el Grupo?
Lilián: Pasó que a la hora de la visita, cuando venían
los hijos a ver a las muchachas y veían a los Coraceros y los camiones
de Granaderos –los roperos y camionetas- parados afuera, parece que lloraban
y decían “le van a pegar a mi mamá”. Entonces, la
gente del Grupo de Apoyo Penitenciario dijo en una reunión que la culpa
la teníamos nosotras porque habíamos provocado esa “seguridad”,
digamos. Además dijeron que no éramos presas políticas
porque no nos habían picaneado ni nos habían hecho el submarino.
Nosotras no podíamos creer, les dijimos que por suerte habíamos
pasado esos años, pero que éramos presas políticas.
Es más, en un momento me levanté y dije que no hablaba más.
Entonces hablé aparte con uno de los chicos les planteé que estaba
todo mal, porque intentaban enfrentarnos con las compañeras y que no
teníamos la culpa de que estuvieran afuera los roperos. Le dije que fueran
al Ministerio del Interior y hablara con José Díaz para que los
saque, pero que a nosotros no nos culpara porque los niños lloraban.
Nada que ver, mal de verdad.”
Angeles: A las 19 horas es hoy la concentración, en la zona de Tres Cruces.
Adriana: Estamos escuchando la entrevista que les hicimos ayer a Lilián
y Fiorella en Cárcel de Cabildo y ellas en esta parte estaban contando
un poco como se vivía ahí adentro y la situación de las
demás reclusas.
En una parte están hablando de una ONG que trabaja con ese Centro Penitenciario
que es la Comisión de Apoyo a la Cárcel...
“- ¿Saben qué función cumple esa ONG, ese Grupo
de Apoyo Penitenciario?
Lilián: Es un apoyo penitenciario que ellos dicen que hacen trámites
como ahora el que necesita Fiorella por ejemplo, contáles.
Fiorella: Pasa que mis caravanas, anillos, mis pertenencias, me los quitaron,
quedaron en resguardo en Tesorería y ahora los puedo ir a buscar. Pero
tiene que ir un familiar directo o yo cuando me liberen, entonces como mis padres
trabajan de mañana no puden ir, tampoco permiten que vayan amigos. Entonces,
les hice un poder y ellos me van a levantar mis cosas.
Además yo no se como es el tema acá.
A nosotras nos llamaron en realidad para hablar por el tema de porque caímos,
pero no se como es el sistema con las demás compañeras, porque
hay pila de compañeras que tienen los trámites trancados, los
fallos mal o sea fueron mal procesadas, y parece que ellos se hacen cargo. Pero
no sabemos...
- ¿Cómo es el relacionamiento con las demás compañeras?
Lilián: Es bien de bien. El único inconveniente que hubo fue por
la marcha.
Fue así, nosotros caímos el domingo, el lunes hicieron una marcha,
de la marcha nos llamaron por teléfono y nosotras contestamos.
El lunes mismo nos llamó la Directora, nos dio charla a cada una por
separado, nos explicó como funcionaba Cabildo, que era una cárcel
de mujeres, que había niños, que había mamás embarazadas,
que tratáramos de no crear inconvenientes, que acá esto era una
yesca y que en cualquier momento puede pasar de nada a desatar un disturbio.
Nosotras les dejamos claro que somos unas presas más, que no nos diferenciábamos
de ellas para nada.
- ¿Te referís a la marcha que iba a llegar a Cabildo, reclamando
la liberación de los cuatro?
Lilián: Claro. Esa reunión fue antes de las cinco.
Cuando nos llaman a las cinco que salió después en Canal 10. Al
otro día no nos llaman, pero pusieron dos policías al lado del
teléfono a las cinco de la tarde.
Pero no sólo fue cortar el teléfono, no fue un agite tan grande
que con Fiorella nos queríamos morir, pedimos para hablar con la Comisaria,
con la Oficial, para pedirles por favor que nosotras no recibíamos llamadas
que nos conformábamos con las visitas, pero que no le hicieran eso a
las compañeras. Porque a esa hora volvían sus chicos de la escuela,
a esa hora las mamás esperan que les cuenten que deberes tienen y eso.
Entonces, el sector como que se descompuso.
Pero, en una, como nos vieron mal por eso una me dijo: “Mire doña,
usted tranquila que esto es pa’ que nos las agarremos con ustedes, pero
ustedes cayeron por pegarles a los policías y ustedes no son antichorras,
así que nosotras aguantamos. Si nos vamos a quedar sin teléfono,
aguantamos.
Con todo hubo algo cómico en medio de la desesperación; porque
se ponían en la puerta y les decían:
“Oficial, señora, no se cansa de estar parada”
“Con todo respeto señora, pero le va a salir callos”
O sino, “Señora las llama la Oficial, a las dos”.
Y así, las atosigaron todo el rato.
Pero no aguantaron mucho porque era hasta las 10 de la noche, pero al final
nos tuvieron hasta las 8 de la noche.
Fiorella: Entonces, no entendés, porque la tipa te dice que no agites, que te quedes tranquila en tu sector, y ella nos puso todo el sector en contra. Eso era muy fuerte.
Lilián: Sobrevivimos a eso y fuimos conociéndolas.
Por ejemplo, la gente nos trae cosas y compartimos, pero hablamos con ellas
para que entiendan que si necesitan algo y nosotras lo tenemos, lo compartimos.
Pero acá no es que nos regalan las cosas porque a la gente le sobra.
Es solidaridad, y tratamos de explicarles lo que eso significa.
Tampoco queremos decir abran y saquen, porque es un poco también de respeto,
hay códigos. Así como hay códigos en la calle y hay códigos
en el trabajo, acá adentro hay códigos que uno debe de respetar.
Yo debo pedir permiso para entrar a determinado lugar y debo pedir las cosas,
porque hay que aprender a tener humildad también. Y con eso también
te ganas el respeto con eso, porque uno no es una tarada que regalás
todo porque les tenés miedo. Tampoco es eso.
En realidad nosotras no les tenemos miedo porque somos como ellas, fijate que
tengo un hijo de 21 años que es igual que ellas, son rompebolas, corren,
van, vienen, ponen la música a todo lo que da. Lo único es que
yo banco a uno y acá son cinco.
Pero bueno, de repente te hacen una torta, y te la traen: “mirá
lo que te hicimos para vos” y te levantan de nuevo el ánimo.
A Fiorella igual, se complicaban porque no comía huevo y no sabían
que hacerle, le hacen cebollita, le cortan verdurita...
Pero estamos bien.
Lo que queremos también plantear es la necesidad de que se las ayude
para salir, porque cuando tienen la libertad a dónde van a ir. Ellas
dicen que igual van a la calle porque ya están fichadas, ya las agarraron
una vez y no pueden robar más entonces dicen que se van a prostituír,
porque por prostituirte no te llevan en cana...
¿Te das cuenta? Eso te hace un ñoqui en la cabeza, porque las
ves y necesitan un cariño, tanto cariño...
Uno que ha luchado por todo eso, es difícil no tener respuestas para
darles....
Fiorella: Y después está lo de las iglesias, todo el tema religioso acá es tremendo.
Lilián: Claro. Por ejemplo, cuando vienen esa iglesias, les dicen que
son culpables y les dicen que pidan disculpas...
Les decís que no, que no son culpables de nada, es la sociedad que te
está destruyendo... Les decís que aprendan a vivir juntas, que
se apreten, ciérrense en un puño y sobrevivan juntas, porque esa
es la única manera que tienen de salir.
Y ellas nos dicen que desde que nosotras estamos no se pelean más. Me
dicen mama o abuela, entonces a veces dicen: “la abuela dice que no nos
peleemos”. Y es así, yo les digo que “si nos damos entre
nosotras, ustedes tienen que aprender a cerrarse y no a dejarse pisotear y saltar,
porque se comen el calabozo y están 60 días en penitencia.
- Les comentaba de la Campaña Internacional que se ha largado para la liberación de ustedes cuatro, que es un poco el eje de la lucha que hoy está en la calle, de la mayoría de los uruguayos está muy indignado con esta situación. Y Lilián nos hablaba del compromiso que era para ustedes el salir, por lo que había significado este hecho en un gobierno progresista.
Lilián: Es difícil, como enfrentar ahora lo que nos espera, ojalá
que nos espere muy pronto. Queremos salir pronto, pero nosotros vivimos el día
a día, no queremos tener ilusiones porque nos trajeron por 72 horas y
en realidad ya pasaron bastante de esas horas.
Entonces hemos decidido vivir el día a día y cuando salgamos los
primero -ya lo tenemos claro con Fiorella- es agradecer a cada una de ellas,
a las compañeras que están con nosotras.
Las vamos a nombrar a todas porque son mujeres, porque la luchan, porque necesitan
y dan cariño, porque roban por sus hijos. Se daban la lata pero la comida
de los hijos no les faltaba y te lo dice cualquiera.
Eso primero que nada, el agradecimiento a esa gente, a estas gurisas y que alguien
se acuerde y que haya más comisiones o quizás ONGs que dicen que
están trabajando acá, que lo hagan de verdad...
Fiorella: Hechos, concreciones, realidades. Por ejemplo, nos dijeron “¿necesitan
adherentes?”. Dijimos que si, pero nunca pintaron.
Entonces no necesitan promesas, necesitan realidades.
Porque acá entran donaciones, pero en la mayoría de los casos
no aparecen.
Lilián: Creo que lo principal es eso, después vemos, después seguimos pensando.
- El viernes 25 es el Día de Lucha de la No Violencia contra la Mujer
y hubo varias actividades a nivel oficial y hasta el Pit-Cnt realizó
una actividad, por medio de su Comisión de Género, pero nadie
dijo una palabra de la violencia de la que han sido víctimas en este
caso, particular, ustedes dos.
Lilián: Ni de la violencia contra todas estas chicas que hay acá adentro. Porque que te diga una Comisión de Apoyo que porque estas en una cárcel es normal que no tengas cisterna, es muy grueso.
- ¿Cómo fue eso?
Lilián: Cuando llegamos las cisternas no funcionaban, se triaba con
baldes, era un desastre. Entonces reclamamos y esa gente del Grupo de Apoyo
nos dijo “pero están en una cárcel” y yo les respondí,
“y qué, seguimos siendo seres humanos”.
Entonces, arreglaron dos cisternas, cambiaron otras y arreglaron unas canillas
que perdían.
Fiorella: Pero eso también duele, porque lo arreglaron porque nos quejamos, sino no. A mi me dio terrible cosa, porque ellas dicen, “acá les dan color por Ustedes” y te da bronca.
Lilián: No puede ser que viniéramos nosotras para que le den
lo elemental para el ser humano. ¡Con el calor que hace pobre gente!
Y la Comisión de Patronato que dicen que les da a las presas que no tienen
familias un paquete con víveres, vasos, cubiertos, etc. yo no lo he visto
acá.
Además, después dicen que salgan de acá, quién las
ayuda, eso es violencia también. Porque que me digan que salgan a prostituirse
porque no está penado, ¿no es violencia?
Yo espero que el Pit-Cnt hagan algo.
Que las Comisiones de la Mujer del Parlamento que se reúnen tanto, hagan
algo.
Fiorella: Yo con el tema de la violencia contra la mujer, cuando estábamos
en la Comisaría de la Mujer cayó una señora, de 70 años
y estaba ahí porque era abusada, golpeada por el marido de toda la vida,
había hecho denuncias y pila de cosas y a él nunca le habían
hecho nada.
Pero ella estaba presa y no sabía hasta cuando, porque solamente tiró
unos platos y el marido fue a hacer la denuncia, entonces la llevaron y estaba
ahí...
Lilián: Fue presa 24 horas y vaya a saber a dónde esta porque
cuando nos fuimos ella quedó ahí sólita y el marido le
pegó 22 años...”
Angeles: Valía más los platos que le rompió al marido que los años. La propiedad privada no importa, no importa si es una cuatro por cuatro o dos platos que puede comer el guiso.
Adriana: Me parece bien importante eso de la violencia contra la mujer como
ubican ellas, como el relacionamiento con las otras muchachas allí presas
y su compromiso que es permanente. Uno habla con ellas pero ellas siempre sacando
también el derecho de las demás.
Ellas son una más, lo plantean así desde el principio y planteaban
también que se pelea a fuera por la liberación de ellos cuatro,
por supuesto que son presos políticos, presos de toda la sociedad, pero
hablan también de una necesidad urgente de cambios de verdad y una política
correctiva para todas esas muchachas que van a salir peor de lo que entraron.
No tienen nada ahí adentro.
Angeles: Queda claro después de esto mucho más claro que ahí
hay dos clases de presas, presos políticos y presos sociales, pero sobre
todo en el Uruguay hay presas políticas que son esas dos y hay otros
jóvenes que están allá en la Cárcel Central.
Las propias presas lo reconocen y creo que dieron muchos elementos concretos
si faltaban o para los que nos les alcanza solo con lo general, con lo político,
con lo que dice el Juez, lo que dice el abogado, con la realidad allí
están este montón de cosas que se dijeron que creo que son muy
claras.
Adriana muchas gracias por compartir la entrevista y por supuesto que vamos
a terminar con un saludo para ellas que ojalá que estén escuchando.
Adriana: Están escuchando porque comparten una radio allí en el Sector 3 en donde están y en la mañana les iba a tocar a ellas porque sabíamos que estaban escuchando toda la mañana rumbo a esta nueva manifestación de esta tarde de hoy a las 19 horas, todos a Tres Cruces para tener a estos compañeros de nuevo en la calle lo más pronto posible.
Angeles: Decir también que el domingo, en la Explanada de la Universidad
donde va a estar La Tabaré y va a estar La Teja Pride, música,
movida por la libertad de los presos políticos.
Un saludo a las dos que están escuchando ahí. A todas las presas
que estén escuchando en esa cárcel y por supuesto a los compañeros
que están en Cárcel Central.