EL TOBOGÁN “RESISTE” Y “RECLAMA” EXPLICACIONES
Informe realizado por José Luis Vázquez, 13 de julio de 2018.

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Es un barrio que nació en 1987, está al costado de la ruta de acceso a Montevideo, a su lado está el Monumental Estadio Luis Tróccoli, del Club Atlético Cerro. A pocos metros está la nueva Estación de Policía denominada Regional o Zona 4 de la policía de Montevideo, que reúne a cuatro de las Comisarías de la Capital. El Tobogán también está frente por frente al cuartel de Artillería N° 1, rodeado por la ruta de acceso a Montevideo, el arroyo Pantanoso, el ex Frigorífico Artigas, el Polo Tecnológico Industrial (PTI) del Cerro, y la Avenida Santín Carlos Rossi.
Es una zona de muchos bañados, muy húmeda, muy fría, pero toda esa zona es igual.
Esos bañados fueron rellenándose muy despacio, se fueron habitando por gente deprimida económicamente, que no podían hacer frente a alquileres altos, que tenían varios hijos. Así les pasó a las 260 familias que hoy habitan El Tobogán.
El barrio hoy está vallado como si fuera Cisjordania, el barrio que cuando juega Peñarol o Nacional en el Tróccoli es sitiado durante todo el día y los habitantes quedan presos durante toda la jornada.
Todos los vecinos han luchado y mejorado sus casas, hoy son sus casas con su frente, su fondo, su parrillero. Hasta el día de hoy luchamos por el agua, vivimos en un bañado.
Ahora quedó la promesa de la alcaldía de venir entre fines de junio y principio de julio, vamos a dar unos días más, para solucionar el tema de las cunetas del pasaje "C", y un tema que hay acá en Luis Tróccoli.

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Vecinos del barrio El Tobogán, María del Carmen Leites, Johana Berrutti, Miguel Ángel Díaz, Fabiana Vaccaro y Mariela Sugo hablaron con la 36 y esto era lo que nos contaban.
A continuación transcribimos el informe que usted podrá volver a escuchar aquí: https://www.ivoox.com/13-07-2018-viernes-audios-mp3_rf_27043624_1.html

 

 

Diego Martínez: Bueno, estamos recibiendo a nuestro compañero José Luis Vázquez aquí, no como entrevistado, porque si bien va a estar respondiendo algunas preguntas nuestras, más bien es presentando un informe sobre una recorrida que estuvo realizando José Luis. Bienvenido nuevamente...

José Luis Vázquez: Bueno, gracias Diego.
Estuvimos visitando el barrio El Tobogán allá en la zona del Cerro. Vamos a conocer hoy el barrio El Tobogán, la otra cara de El Tobogán, porque se ha hablado mucho y mal de este barrio.
Nosotros vamos a contar y a escuchar lo que hablan los protagonistas del barrio. Un barrio que nació en 1987, está al costado de la Ruta de acceso a Montevideo, a un costado también del estadio Luis Tróccoli, a pocos metros de la Regional Policial Nº 4, en frente al Cuartel de Artillería Nº 1.
Rodeado por la ruta de acceso a Montevideo, entonces, el arroyo Pantanoso, el ex frigorífico Artigas, el Polo Tecnológico del Cerro, el estadio y la Av. Santín Carlos Rossi. Es una zona de muchos bañados, muy húmeda, muy fría, pero es toda la zona así.
Para que ustedes se hagan una idea, yo vivo de ese barrio a unas 7 u 8 cuadras. En mi barrio, la casa donde vivo, según me contaron mis padres, yo viví toda la vida ahí, salvo algunos momentos que estuve casado y me fui por algún tiempo, pero después volvía...

 

DM: Ahí naciste y te criaste

JLV: Ahí nací, y la casa debe tener 65 a 70 años. Está construida sobre bañados también. El estadio Luis Tróccoli está construido sobre bañados, fue construido, inaugurado en el 64. Ese estadio abajo tiene un sistema de drenaje que para aquella época fue muy sofisticado. Hoy ya no es porque cambiaron ese sistema de drenaje, hace como 10 años, cuando tuvo una remodelación el estadio, pero es toda esa zona, zona de bañados, zona de humedales de ese tipo.
Quiere decir que no es algo extraño lo que le pasa a El Tobogán, es en toda la zona.
Y en toda la zona se construyeron barrios, se rellenó, se regularizaron, le pusieron agua, luz, teléfono, a todos los barrios, pero a este no quieren. A este barrio no quieren regularizarlo y ese es el mayor problema que tienen

 

DM: Cuando decís que no está regularizado, ¿qué le falta?

JLV: Le faltan todos los servicios, ellos tienen, por ejemplo, luz y agua, pero no tienen calles, no hay alumbrado público, las calles son todas de tierra y se inundan. ¿Por qué? Porque ellos lograron sobreponerse a las inclemencias del tiempo.
Hay algunos que dicen, luchamos contra la naturaleza, porque viene un temporal, una sudestada, allí son bañados y tienen problemas.
Ahora, algunos te dicen que lucharon contra la naturaleza y otros te dicen que coexisten con ella, porque en la naturaleza es imprevisible lo que puede pasar, pero nos vamos acostumbrando, convivimos con ella y nos vamos adaptando.
Y llegaron a, por ejemplo, el barrio tiene una casa encima de otra. Es decir, construyeron la primera casa, se les hundió en el bañado y arriba del techo de la que se hundía empezaron a hacer la segunda. Se les hundió la segunda, arriba montaron la tercera y esa fue la que quedó en la superficie. Eso lo podés ver en todo el barrio El Tobogán, a muchos vecinos les ha pasado.
En otros lugares ves una casa muy petisa, y decís, ¿esto qué es, un bonsái de casa? No, es una casa que se hundió y arriba le hicieron otra, viven en la de arriba. Es decir, han luchado contra todo lo que se podía luchar y se mantienen. Desde el año 87 que están luchando, hay 3 o 4 generaciones allí y hablamos con todas ellas, ustedes lo van a escuchar ahora. Pero el mayor problema que tienen hoy por hoy es la regularización.
Gabriel Otero, el alcalde, les dijo que todos los barrios que hay alrededor van a ser regularizados pero ese no, no lo quieren regularizar

 

María de los Ángeles Balparda: ¿Y es el único que hay construido sobre bañado?

JLV: Bueno, hay otros que ya fueron regularizados, hay sobre bañados, yo no sé si el alcalde lo sabe. Yo lo sé porque lo vi, viví en esa zona toda mi vida. Hay un jugador de fútbol muy conocido, anoche hablaba con uno de mis hijos y me dice: Contreras vive ahí, papá, el que era golero de Racing y jugó en Rampla también.
Él vive en un lugar donde eran bañados, y hoy está todo regularizado eso, por ejemplo. Y hay otros que han regularizado en otros lugares. Han construido cooperativas de vivienda íntegras.
El Plan Juntos, allí en la Ruta 5, está construyendo viviendas, y está construyendo sobre los bañados


MAB: Vamos a hacer un paréntesis para decirle a los oyentes, seguramente entre los oyentes hay gente que ya debe estar pensándolo, que no es que no sepamos lo que son los bañados ni el papel que juegan, porque está el tema. Primero, a nadie le debe gustar tener que construir 3 casas porque se las traga el bañado, nadie lo hace porque quiere ni porque le facilite mucho me imagino. Lo primero es la gente y el derecho a la vivienda y todo lo demás.
Y lo otro, desde el punto de vista del medio ambiente, sabemos que los bañados cumplen un papel en la naturaleza, que absorben agua, que después la liberan cuando la naturaleza lo necesita. El asunto es que estamos hablando en el Uruguay, este país subdesarrollado que tiene una realidad de hecho, después se inventó el Ministerio que incluye al ordenamiento territorial, pero eso es como en todos los países tercermundistas donde inventan un ministerio de esos para pagar sueldos a directores y ministros, pero no para resolver los temas realmente de vivienda, de ordenamiento territorial y de medio ambiente. No es así.
Entonces, vos partís de una realidad de hecho, tenés una cantidad de familias que desde hace decenas de años viven en ese lugar, y se han construido ellos sus casas. Y que bueno, ahora se viene una situación como esta que vos vas a relatar

JLV: Sí, yo quiero decir que cuando el Frente Amplio ganó la Intendencia de Montevideo en 1990, había ediles del Frente Amplio que impulsaban a la gente a que tomara esos terrenos y construyera, así fue

 

MAB: Sí señor

JLV: Empezaron a rellenar

 

MAB: ¿Quién era en esa época?

JLV: Hay algunos que están en el gobierno hoy y en aquel momento eran ediles. Hoy son legisladores del gobierno o están en el gobierno mismo.
Yo me acuerdo en aquella época, por ejemplo, uno que era el jefe de todos los ediles de Montevideo era Ramón Cabrera del Partido Comunista

 

MAB: Y con todos los temas de vivienda era el que estaba

JLV: Y trabajaba mucho en el Cerro.
Y bueno, hubo un montón de lugares de esos que los rellenaron, los parcelaron y hoy vive gente allí, tienen casas hechas y viven en lugares que eran bañados absolutamente.

 

 

 

 

DM: Bueno, José Luis, comenzamos a compartir algunas de las notas que realizaste por allí

JLV: Exacto, la primera que vamos a escuchar es de una vecina de la zona que se llama María del Carmen Leites, Lita. Ella nos relata cuáles son las principales preocupaciones que tienen las 260 familias de este barrio de trabajadores y de sacrificados luchadores

María del Carmen Leites: Bueno, la preocupación siempre fue porque acá se ha luchado por calles, por salida del agua pluvial, basurales, alumbrado, como todo barrio. Pero una preocupación que siempre estuvo latente es que el barrio siempre luchó por la regularización para hacer propio el sueño que vino. Es decir, no vinimos porque quisimos a estos lugares, no pudimos afrontar los gastos de otros barrios por falta de trabajo o porque se encarecía.
Pero de todas maneras todos los vecinos lucharon y fueron mejorando sus casas, y hoy por hoy son sus casas con sus frentes, sus fondos, sus parrilleros. Evidentemente que uno comienza con tanta lucha, se luchó contra el agua, se lucha hasta el día de hoy, decía bien una compañera vivimos en un bañado, evidentemente ha sido una lucha feroz, todos los días se lucha contra el agua, entonces evidentemente nos hemos hecho propios estos terrenos, uno se aquerencia.
Este barrio data de 1987, más o menos, los primeros ranchitos que se hicieron en lugares que se iban rellenando, pero esto era todo pantano. Incluso me entero hace unos años que se llama El Tobogán porque en aquellos años, siempre estuvo organizado el barrio, las primeras comisiones solicitaban el sello de personería jurídica al Club Atlético Tobogán que estaba en La Teja, que quedó dividido por la ruta, y en ese homenaje se puso El Tobogán. Es decir, no solo homenaje, era una necesidad para pedir cosas, conseguir donaciones y todo eso para seguir construyendo.
Hoy por hoy, nosotros todos estos años que han pasado, somos vecinos que hemos vivido con mucha dignidad y siempre progresamos, sabiendo dónde estamos, siempre la luchamos. Acá todos los vecinos saben que cada bloque costó un plato de comida de los hijos, hay vecinos que tienen más de dos casas enterradas.
Entonces, hoy se pelea la regularización o embretar al Estado o a quien corresponda, si vamos a quedarnos o no, queremos ser propietarios de lo que luchamos tantos años.
Es verdad, nosotros, voy a usar una palabra que de repente queda violenta, vivimos entre la mierda, pero es una mierda que nosotros combatimos todos los días con ella, peleamos todos los días para tener la mejor casa que podemos cada uno, y no se nos da ni siquiera la posibilidad de tener un documento ni siquiera como prominentes compradores o nada de eso.
Las autoridades alegan que acá no se puede regularizar porque estamos a 6 metros bajo la cuota del mar. Que las capas del terreno no son impermeables, y es lógico, sabemos que sí, no son impermeables porque es un bañado. Entonces, llega un momento en que llueve unas horas y ya después el agua no tiene por dónde salir.
Pero nos está pasando, los vecinos fueron luchando, hoy no vienen los bomberos a realojar a los vecinos como venían antes, cada vecino implantó su sistema para poder resistir al agua y vivimos en lindas casas, todos la han luchado muchísimo, la mayoría de los vecinos son trabajadores.
Y otros vecinos lamentablemente, al no tener los insumos que debe tener un barrio, terminan viviendo en la indigencia.
Ahora, tuvimos la inquietud por unas cunetas que quedaron con una salida diferente, que no es la correcta que nosotros siempre les decimos a los ingenieros, que habrán estudiado, bárbaro, los felicitamos y vamos arriba, pero acá cada vecino es un ingeniero y sabemos perfectamente a dónde va el agua.
Y bueno, siempre tenemos el mismo problema, se discute, se discute, va el agua a donde quieren los ingenieros y después hay que venir a hacer nuevas obras porque el agua para ahí no va, va para donde dicen los vecinos.
Ahora quedó la promesa de la Alcaldía de venir entre fines de junio y principios, vamos a dar un tiempo, unos 15 días dentro del mes, a solucionar el tema de las cunetas del Pasaje C y un tema que hay acá en Luis Tróccoli. Que también se atañe con un relleno indiscriminado que ha hecho Cerro, nos bloqueó las entradas, las tiene abiertas hoy por hoy porque hacemos presión pero tenemos que cruzar entre el barro, subir montañas y todo para llegar al ómnibus. Sino tendríamos que dar la vuelta por la calle que dice en continuación de La Paloma detrás del estadio de Cerro, una calle que es de bitumen que entra al PTI, pero es una calle que no es segura para los vecinos, ni las vecinas que trabajan en la madrugada o en la noche.
Después nos hicieron alternativo un pasaje contra la cañada que es inviable porque salen las aguas servidas y es imposible pasar por ahí, y cuando crece la cañada menos.
Entonces, prácticamente estamos sin salida, estamos quedando sin salida.
Y si un día El Tobogán fue un plato llano, hoy es un plato hondo. Entonces, nosotros sentimos la necesidad de que las autoridades respondan y sepan decir.
Yo por años sé que el barrio no va a ser regularizado, eso es verdad porque muchas personas me lo han dicho, personas de altos cargos, pero nunca se la jugaron a decírselo de frente a los vecinos.
Hoy por hoy, cuando fuimos a pelear el tema de las cunetas estas que estaban mal hechas, el señor alcalde nos dijo que estos barrios iban a ser todos regularizados, los barrios de alrededor pero que El Tobogán no. Entonces, evidentemente eso llevó a la inquietud de todos, en un momento los jóvenes pensaron en una cooperativa, que podía ser una opción, y después de informarse de un montón de cosas decidieron seguir luchando por lo que ya tienen. Todos tienen una casa, tienen sus familias, sus hijos, y bueno, seguiremos luchando por El Tobogán y presionando hasta que las autoridades nos digan qué va a pasar.
Como todo, hay vecinos que no queremos salir de acá porque tenemos nuestra vida, porque ya estamos pasando los 60 años, porque otros ya tienen 2 o 3 casas enterradas en el lugar y es demasiado; y hay vecinos a los que les gustaría criar a sus hijos en otro lugar, en un barrio barrio, que es un derecho que tenemos plasmado en la Constitución, a una vivienda digna.
Así que en esa es en la que andamos, por ahora es en lo que andamos

 

JLV: ¿Cuántas familias son?

MCL: Se hizo un relevamiento y dio más o menos unas 260 familias, sólo lo que es El Tobogán, no la franja de ranchitos que queda en la continuación de calle La Paloma al final del barrio, y la franja que hay bajo del puente. Sólo censamos el triángulo de lo que es terreno de la Intendencia, lo que nosotros llamamos el barrio El Tobogán, son 260 familias, alrededor de 700 habitantes de cero a 60 años en adelante.

 

JLV: ¿Y el fundamento de las autoridades que afirman que no habrá regularización, cuál es?

MCL: El fundamento es el que se ha dado siempre que es que no hay saneamiento y que no puede ser regularizado un barrio sin saneamiento, que estamos arriba de un pantano, rodeados por el pantanoso y cada vez se nos está enterrando más. 
Hay proyectos acá, Cerro tiene su proyecto, la UPM tiene su proyecto, con un estacionamiento hoy de 40 camiones, no sabemos mañana. Se hablaba de que la salida de esos camiones iba a ser por la ruta, por la parte de la calle que tenemos los vecinos del frente, y evidentemente que hacer una calle de bitumen para que pasen camiones por ahí, no íbamos a durar ni dos años, porque eso se iba a quebrar.
Entonces empezamos a movilizarnos, hace 7 meses que Cerro nos cerró, y en esa estamos. El jueves 11 de julio nos juntamos con la unión de comisiones barriales y logramos que se llame a las autoridades correspondientes, como el Ministerio de Viviendas, Tierras y Viviendas, Intendencia, para poder dialogar de distintos temas que hay de regularización de otros barrios como la de nosotros en El Tobogán, que es importante, que va a ser en conjunto con todos los barrios.
Después tenemos que ver si se presentan estas obras que van a hacer ahora que tienen que solucionar la salida que está mal de una cuneta, vamos a ver cuándo nos van a hacer el pasaje peatonal que nos prometieron, porque estamos sin salida. Son detalles, pero lo más importante es presionar a las autoridades para que nos digan qué va a pasar con El Tobogán, porque no nos conforma que nos digan que no va a ser regularizado, y seguimos viviendo 30 años más sin ser dueños de nuestras casas que nos rompimos el alma en levantar todas esas casas.
Evidentemente una vez se hizo una ocupación, pero no nos dan soluciones para nada, una vez se ocupó, se trajo gente contra las cañadas, y hoy no se nos dan soluciones.
Y bueno, hay que pelearla.

 

JLV: Bueno, allí estaba María del Carmen Leites, Lita, así la conocen todos en el barrio, nosotros nos conocemos desde chiquilines con Lita también, pero bueno, hay varias generaciones allí, de sacrificio, de lucha. No sólo invirtieron la vida en ese barrio, invirtieron plata, sacrificio, esfuerzo, mucha cosa.
Y hay muchas generaciones, hablamos con Johana Berrutti también. Johana Berrutti tiene 32 años, nació en El Tobogán, allí se crió, tiene hijos, tuvo en su momento la legítima decisión de irse, se quería ir para otro lado, pero hoy tiene hijos, es parte del barrio y quiere mejorar la situación que tiene hoy, si se tiene que quedar la quiere mejorar.
Johana también nos contaba acerca del esfuerzo también que ha hecho toda su vida, son 32 jóvenes años pero lo estuvo luchando toda la vida y sigue luchando hoy...

Johana Berrutti: Nací en este barrio, soy una de las más jóvenes, recién ingresé porque estoy en una etapa que empiezo a ver las cosas de otra manera y vi que hay muchas cosas por hacer. O sea, mi idea siempre fue irme, por el proyecto de los hijos, siempre mi idea fue esa, sin haberme acercado. Yo conozco la historia de acá, tengo a mi suegro que está empapado en esto, una generación atrás dedicada a esto.
Pero dadas las circunstancias, nos movimos por cooperativas y otras cosas, nos dijeron que sí pero que era muy complicado para empezar, entonces no nos servía, y decidí quedarme a seguir luchando por una mejoría en este barrio.
Pero hay cantidad de cosas que no las sé, me estoy informando, escucho, trato de apoyar, voy adquiriendo conocimientos. Como dijo Lita, yo no quiero estar más entre la mierda, realmente, es eso lo que quiero.
Quiero tener una calle, que los chiquilines vayan a estudiar y no tengan que llenarse de barro, queremos alumbrado, que haya seguridad, un puente peatonal, lo que todos queremos; pero me parece que si no nos unimos y vamos todos para el mismo lado, no vamos a llegar a ningún lado.
Yo pienso seguir con esto, trato de traer gente joven y armar una nueva generación porque vamos a quedar nosotros acá, en teoría, si se nos dan soluciones, vamos a ver lo que conseguimos y que haya alguna solución. Yo quiero solución, de lo que sea, se regulariza o no, hay varios planteamientos, cantidad de cosas para hacer, voy a estar apoyando en lo que pueda, y quedaré acá a luchar por el barrio que siempre tuvimos. Yo nací acá, mis hijos nacieron acá, yo quería darles otro futuro, pero si mi futuro es quedarme acá, voy a luchar por la mejoría de este barrio.

 

JLV: ¿Cuántos años tenés?

JB: 32.

 

JLV: Johana Berrutti, es clarísimo el planteo de Lita y es clarísimo el planteo de otra generación que nació ahí que es el de Johana Berrutti. Y ahora vienen sus hijos, están los hijos de Johana también.
El tema es que ellos lograron empatarle a la naturaleza con 30 años de sacrificio, pero ahora viene Cerro, viene UPM que tiene un estacionamiento para 40 camiones allí, empiezan a rellenar más el terreno, y otra vez queda el barrio abajo

 

MAB: Sí, cuando vos decís Cerro decís también Ministerio del Interior, porque ahí es la base...

JLV: La Regional 4

 

MAB: La Regional 4, que el que ha pasado por ahí sabe de qué hablamos, pero para el que no ha pasado, son instalaciones, empezaron con contenedores, armaron una cuestión ahí muy importante en el terreno de Cerro

JLV: Claro, Cerro obtuvo todo ese terreno del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, Cerro siempre apostó al complejo deportivo para el barrio, te decían, pero acá al barrio más cercano lo están hundiendo.
Bárbaro, Cerro tiene un proyecto, lo dijo Lita, Cerro tiene un proyecto bárbaro pero hasta ahora lo único que ha hecho es daño. Entonces, claro, la gente, hay 260 familias ahí al costado

 

MAB: Es mucha gente

JLV: Es mucha, son más de 700 personas.
Después no cuento, porque hay unos ranchitos que están por la orilla del Pantanoso que no los cuento porque no son parte de El Tobogán, pero son unos 200 más que hay. Pero bueno, allí está planteado.
Siempre dijeron que El Tobogán era un plato llano, ahora con el relleno que está haciendo Cerro, que hace UPM, que hace la Regional 4 de Policía, que van rellenando más y el barrio se hunde más, ahora ya no es un plato llano, es un plato hondo

 

MAB: Está clarísimo.
Nos llega un mensaje de un oyente, Ángel de Paso Carrasco que dice, "Hace 22 años que vivimos en Paso Carrasco en zona de bañados del Parque Roosevelt entre las calles Eduardo Acevedo, Zorrilla, Elías Regules, Teniente Rinaldi hasta Avenida de la Playa, en unos 300 metros al fondo.
Podríamos decir que creamos 3 barrios completos con 950 familias, y lo primero que hicimos en aquel entonces fue crear comisiones de barrios. Flor de Mayo, 18 de Mayo, Juana de América.
Hoy el gobierno actual, desde 2005, nos ha dividido regularizando parte del barrio y quedamos muchas familias esperando futuros pasos. Aunque desde el año 2000, a instancias nuestras, con autoridades de ese momento, se hizo saneamiento de todo Paso Carrasco. Nos hicieron calles embalastradas, luz pública y líneas de Antel.
Perdón por lo extenso de este mensaje", y dice que Héctor Vicente conoce el barrio. Manda abrazos.

JLV: Bueno, vamos a escuchar ahora el testimonio de otro de los vecinos, Miguel Ángel Díaz se llama. Nos relata su historia, a mí me hizo lagrimear cuando me contó su historia. Es una historia de sacrificio, de entrega importante por su familia, por su casa, por tener un hogar y lo logró, junto a Mariela y a sus hijos. Tuvieron 5 hijos y perdieron 1.
Bueno, vamos a escuchar la historia que nos cuenta Miguel Ángel Díaz...

Miguel Ángel Díaz: Bueno, cuando me junté con Mariela tenía 21 años y era bravo agarrar terrenos porque te desplazaban, y para que no nos desplazaran, había este proyecto de El Tobogán, éramos 10, 12 personas, poca gente.
Esto era agua, agua del bañado, cañada, pajonales, no había calles. Teníamos 5 hijos, yo 21, ella 20 años, y era lo que había, no se podía alquilar, cada gobierno de turno te la hacía difícil, yo trabajaba en el puerto, y cada camión de tierra se pagaba $U 100.
Tenías que seguir criando los hijos, la plata no te daba, fue el proyecto de la primera casa. Volqué unos 40 camiones, teníamos una de las zonas más bajas y seguía con agua.
Hice la segunda casa, (la primera se había hundido en el pantano) a mi familia la mandé para La Teja, yo me quedé dentro de casa sentado en el fogón, marqué hasta dónde había llegado la inundación.
Peleaba contra la naturaleza, era emparejar y convivir con la naturaleza, que es lo que estamos logrando hoy, levantar un metro y medio más arriba.
Y fue lo que hice, pasé toda esa noche sentado en el fogón pensando cómo hacerlo. Había ranas, mosquitos, esto de hoy es un sueño, el sentido de pertenencia que te da.
Yo no soy un asentamiento, yo soy una persona que agarró un terreno con agua y colonicé, es similar, pero no es lo mismo. Es un grupo de gente que venía de La Teja y del Cerro, unidos con un propósito, agarrando agua para que no nos corrieran, sin robar o meternos en algún lado.
Es gente obrera la que vive acá, esto es un barrio obrero, es tan similar a mi Teja donde me crié, es un barrio solidario.
Después crié a mis hijos, les di educación, tengo hijos en la Universidad, perdí un hijo por un accidente doméstico, sigo para adelante, les quiero dar el ejemplo a los jóvenes que se puede, que hay que seguir, porque el sentido de pertenencia que te da es mucho. Yo no quiero otro barrio, no quiero realojo, lo que quiero es un papel que ya por merecimiento me toca.
Venimos de la dictadura, de la crisis de Batlle, ahora el Frente, de los gobiernos de turno, pero fue una lucha hecha con educación, nunca cortamos calles, siempre fue con educación.
Teníamos que salir con las túnicas dentro de una bolsa y vestir a los gurises en La Teja para que entraran en la escuela Yugoslavia.
Hoy yo veo que es un barrio hermoso, tranquilo, falta ese papel (escritura uno que diga Promitente Comprador), para decirles a mis hijos: ¡Sigan, valió la pena! ¡Eso es lo que quiero!
Porque inundable hay varias zonas en Montevideo, acá hace pila que no nos inundamos. Vos caminabas donde había junco y era mierda, pero mierda de cuando el Pantanoso desbordaba hace 10 años, no era el Pantanoso de ahora, el agua de ahora es limpita. Yo tenía que sacar a mis hijos para la casa de mi suegro, estar una semana desinfectando, no perder de trabajar porque eran 5 hijos para criar, sin ayuda del gobierno en aquel momento y seguir para adelante. Y acá estamos, y hay que seguir, hay que luchar, por eso es  ese sentido de pertenencia.
Es una mezcla de Cerro y Teja que salió muy buena, está muy linda, es garra, es corazón, y no se merece que nos saquen de acá. Porque El Tobogán da un mensaje que se puede, que es lucha, esfuerzo, solidaridad, y con el bolsillo propio de un obrero. Porque siendo un chiquilín de 21 años lloraba cuando se inundaba, un día me fui a la huelga, me senté y tenía que darle de comer a 5 botijas. Y trascartón el agua me estaba pegando al borde de las camas, pero llorando no ganaba nada, tenía que hacer algo, seguir levantando.
Trabajé en el puerto, tengo estudios y terminé en el puerto, haciendo changas y llevándola.
Pero se puede, claro que se puede, y ese es el mensaje que les doy a mis hijos, a mis nietos que son todos los del barrio, porque es eso, es una comunidad que se ayuda por eso está tan bien.
Pero a veces te meten palos en la rueda cuando no tienen que metértelos, ya por merecimiento a uno le toca lo que es de uno, yo no estoy asentado, asentado estuve 5 años luchando, ocupando un terreno con agua. Después fueron 10 años de resistencia, ahora es merecimiento, me tienen que dar el papel de que es mío, es exigencia de un uruguayo que vino con 21 años, tiene una hoja limpia de vida, dio hijos a la patria con educación, porque en El Tobogán son todos educados, no hay analfabetos, buenos representantes de ser uruguayos, y me enorgullece.
Yo quiero que me lo mejores porque me lo merezco, porque a la patria le di esfuerzo, le di hijos y le he dado laburo. Me lo merezco, y el lugar donde quiero caer muerto es acá, acá quiero terminar mis días.

 

JLV: Miguel Ángel Díaz entonces, con ese testimonio realmente brutal de sacrificio de toda una vida.
También hablamos con Fabiana Vaccaro, también es fundadora del barrio pero ella llegó con 17 años, no había niños o adultos privilegiados, todos luchaban según sus posibilidades. Los pequeños hacían sacrificios pequeños y los adultos lo daban todo luchando contra las sudestadas, los mosquitos, lo que fuera, como decía Miguel.
Vamos a escuchar lo que nos decía Fabiana Vaccaro...

Fabiana Vaccaro: Soy fundadora, vine con 17 años de edad. Vine acá con mi padre y mis hermanos porque no nos quedó otra que venir a este barrio, fuimos como fundadores porque vinimos a un bañado. Era una pieza de 4 por 4, y éramos muchos.
Tuvimos que empezar de abajo, comprando camiones de escombro, rellenando todos, hombres, mujeres y niños, todos tuvimos que empezar así.
Fue un esfuerzo permanente, hoy tengo mi casa, también tuve problemas de agua, tuvimos que seguir rellenando.
Me tocó, al igual que a mi padre, enterrar una casa para hacer otra de vuelta y eso llevó mucho esfuerzo, como a todos los vecinos

 

JLV: ¿A qué se le llama enterrar una casa?

FV: Cuando enterrás una casa es que te la cubre toda el agua y no sabés qué más hacer y seguís tirando escombro, tratás de ganarle al agua y tenés que hacer para arriba porque otra no te queda. Empezar todo de nuevo para poder ganarle al agua, porque otra no nos quedaba. Y así se fue haciendo todo.

 

JLV: Y hoy tenés a toda tu familia acá...

FV: Tengo a toda mi familia acá, a mi padre, mis hermanos, desde el más viejito hasta el más chico viven acá, hace más de 20 años.
Nosotros hicimos todo, de salir de un bañado, que los bomberos nos tenían que sacar en una lancha, pasamos a ser ahora un barrio como cualquier otro. La gente entra con sus autos, con motos, ambulancias, taxis.

 

JLV: Los sacaban con lancha los bomberos

MAB: ¡Tremendo!

 

JLV: Venían los bomberos, se metían con lancha y los sacaban, así era. Hoy ya no pasa eso, hoy tienen otra situación completamente distinta.
Bueno, Lita nos relata ahora qué sucede cuando juega Cerro contra los cuadros grandes, Peñarol o Nacional. Siempre se dice que Cerro quiere jugar en el Tróccoli porque es una fiesta para el barrio, y lo es. Pero mientras del otro lado de la valla metálica hay una fiesta, del lado del barrio El Tobogán hay 260 familias que sufren un sitio policial que durante todo un día no pueden salir ni entrar al barrio. Les hacen cerrar los almacenes, los quioscos, y generalmente el saldo al final de lo que muchos llaman la fiesta del barrio, deja a 4 o 5 heridos; con suerte, a pedradas, y sino de bala. Porque cuando hay partidos de fútbol con los cuadros grandes siempre hay balazos que se tiran por parte de las hinchadas.
Escuchamos lo que nos dice Lita...

MCL: Es una situación muy especial, últimamente hemos tenido charlas hasta con el Ministerio del Interior; nosotros estamos al costado del Estadio de Cerro y evidentemente las hinchadas de Nacional y Peñarol tienen que pasar por nuestro barrio para llegar al Luis Tróccoli e ingresar al estadio por la parte de atrás.
Nosotros tuvimos una entrevista con el Ministerio del Interior, como vienen de la Plaza Lafone entran por todo el barrio, nosotros recibimos pedradas, tiros, pasa de todo, intervenimos justamente porque la policía hacía custodia acá, los domingos o sábados son los únicos días en que el vecino se junta acá. Acá no tenemos ni plaza, no tenemos nada, los jóvenes se juntan al sol, las madres con los gurises para hablar sobre qué está pasando en el estadio con la entrada de hinchadas y todo eso.
Y la policía los corre, los saca de estos lugares, parece que reprimen más al vecino de El Tobogán que está en su casa, que a la hinchada que viene con armas tirando tiros para todos lados y no pasa nada, atropellando, insultando y apedreando a las casas.
Llegamos a tener una entrevista en la cual le pedimos que sacaran a las hinchadas de adentro del barrio porque iba a pasar una desgracia, porque en uno de los últimos partido hubo 4 heridos de bala, vecinos de acá que estaban mirando y fueron heridos, y nos alegan de que frente a la zona 4 de Policía, seguir por ahí sería una locura y aparte se encontrarían por Santín Carlos Rossi con la hinchada de Cerro.
Nosotros entendemos eso, pero hemos solicitado que la hinchada venga sobre los canteros del medio y no baje al barrio, no tiene porqué, que hagan una buena custodia y pasen por Luis Tróccoli, ya que sabemos que no se pueden juntar las hinchadas, pero que hagan una custodia como la que tienen que hacer pasando sólo por Luis Tróccoli, y que no se meta la hinchada dentro de los barrios.
Eso es lo que propusimos y una de las cosas principales que nos está pasando y nos ha pasado todos estos años, El Tobogán cuando juega Peñarol y Cerro queda sitiado, los vecinos del barrio no pueden entrar en su locomoción porque cierran la entrada, valla la entrada la policía y no podemos ni entrar, ni salir. No entra el lechero ese día, no entra el panadero, no entra nadie, a partir de las 9:30 de la mañana queda vallado el barrio en estado de sitio, por eso estamos peleando, no queremos que sea así.
Se hizo una prueba piloto enseguida de una de las reuniones y se dio como nosotros pedíamos, que vallaran la mitad de la entrada y que del otro lado los vecinos pudiéramos entrar como tenemos que entrar al barrio, y los que quieren entrar en auto entren en auto, y que los repartidores puedan entrar.
Que vallen la mitad, es ancha la calle, lo pueden hacer, y que pasaran por Luis Tróccoli y vinieran por el cantero del centro.
Se logró hacer un partido así y salió bárbaro, no fueron reprimidos los gurises del barrio, porque pedimos que sacaran a la policía de acá adentro porque no tienen nada que hacer, salvo cuando pasa la hinchada, no tienen por qué estar todo el día echando a la gente de acá. Ese partido se logró, no sabemos los próximos, esa ha sido la lucha que hemos tenido los vecinos.

MAD: Los días que hay partidos estás con el corazón en la boca, porque es el día que el niño se merece estar en la calle, estás en guardia mirando por los chiquilines, porque es domingo y te lo mereces, si estudiás o trabajás, te lo mereces. Vienen y te dicen que tenés que cerrar el almacén, no tengo porqué cerrar el almacén o cerrar el quiosco, porque quién me paga el día a mí, no me lo pagan.

JLV: Bueno, después hablamos con Mariela Sugo, es la compañera de Miguel, ella está quemada con los universitarios que llegan al barrio y lo saben todo, porque estudiaron, son profesionales, llegan a un barrio humilde y creen saberlo todo, porque lo leyeron, lo estudiaron, lo aprendieron, dieron exámenes y los salvaron. En una palabra, son ingenieros.
Pero los vecinos llevan toda una vida coqueteando con la naturaleza en el pantano. Saben todo, conocen el viento, conocen el agua, conocen la sudestada, la sufren.
Y comenzamos hablando de eso, porque Mariela dice que los profesionales, si fueran un poco más humildes, podrían hacer que su trabajo valiera mucho más de lo vale

Mariela Sugo: Y bueno, ellos lo dicen como lo aprendieron en los textos, en el teórico, pero lo práctico es muy diferente en la realidad. No es que nosotros queramos saber más que ellos, a nosotros no nos dio clase ningún profesor, pero de cierta forma nosotros somos arquitectos de nuestras propias casas, porque nosotros tuvimos que hacer con lo que teníamos, porque acá no hay gente con gran poder adquisitivo, simplemente hay gente que trabaja, gana su dinero, compra los materiales y edificar él mismo, porque no tenemos la posibilidad de pagarle a una persona idónea, por eso estamos viviendo donde estamos viviendo.
Esa gente, no toda, pero la gran mayoría vienen con proyectos, tengo que hacerlo acá. Y uno va bien, para que se invierta bien el poco dinero que nos dan cuando metemos presión, damos nuestra opinión de cómo hacerlo y nos dicen que lo van a hacer a su manera. Y después, cuando terminan su trabajo y se van, las consecuencias quedan a la vista. Cuando vinieron a hacer un arreglo les dijimos, nos reunimos el grupo de vecinos más viejos que sabemos dónde están las calles, dónde rellenamos, dónde está más bravo.

 

JLV: Y saben lo que hace la naturaleza acá...

MS: Nosotros no tenemos una lucha con la naturaleza, nosotros aprendimos a convivir con ella, porque sabemos que a la naturaleza no le vamos a ganar, coexistimos con ella desde hace, en mi caso 26 años. Entonces, no le voy a ganar a una sudestada, no le voy a ganar al viento, entonces coexisto, convivo con ella.
A los dos días que se fueron tenemos ese problema y es como que nosotros pateamos para nuestro propio barco, como que nos hacemos los goles en contra, nosotros les decimos, les damos la información del lugar, pero lo hacen a su manera. Vivimos acá permanentemente, sabemos hacia dónde va el agua, pero ellos terminan haciendo lo que quieren, entonces nosotros nos callamos.
No es que queremos saber más, les decimos para dónde va el agua, entonces que hagan la zanja para donde va el agua, no contraria, porque donde pegue la vuelta para atrás nosotros nos tomamos nuestros propios líquidos, es una lucha sin fin. Nosotros conocemos al barrio, y tiene la particularidad que estamos como en un pueblo de afuera, nos conocemos todos, somos como un pueblo chico, la mayoría de la gente es trabajadora.
Es un barrio solidario, que lucha sin faltar el respeto, sin cortar ruta, sin armar problemas, lucha silenciosa pero persistente, tenaz, de hace 30 años que queremos mejorar.
No queremos vivir en Carrasco porque esto nunca va a ser Carrasco, nosotros con que no nos inundemos, con que entre una ambulancia, la policía, un Uber, que se mejoren las calles, que nuestros hijos puedan ir prolijos a estudiar, porque somos pobres pero no somos sucios. Hay gente que recicla y está muy bien, pero la mayoría de la gente queremos vivir dignamente, mejor, no tener un palacio ni auto cero kilómetro, ni mucho menos.
Modestamente pagamos nuestra luz, agua, impuestos, no es un barrio que viva de arriba, no todos estamos enganchados, queremos dignificar nuestra vida. Nosotros de un pantano hicimos una zona habitable por necesidad, no teníamos otra opción.
Acá tuve 3 hijos, enterré uno, todos estudiaron, no soy más ni menos que otras personas, yo quiero mejorar. Con 26 años que tengo acá, han venido partidos políticos de todos los colores, del actual y de los anteriores, viví y me crié en una dictadura, sé lo que es no poder decir la palabra libertad, fui al liceo en dictadura. No me gusta que cada 4 años aparezcan las promesas y después que ganan se suben a sus autos lujosos y se olvidan.

 

JLV: Bueno, nos queda un testimonio más de Lita que habla de la valla metálica.
Ustedes la escuchaban cuando nos contaba que Cerro tiene muchos buenos proyectos pero hasta ahora con el barrio lo único que ha hecho es daño, por lo menos a El Tobogán.
Ahora querían hacer una muralla, un muro alto como el que quiere hacer Donald Trump en la frontera con México. Cerro quería hacer un muro y los vecinos se opusieron tajantemente, entonces ahora lo que hizo Cerro para cerrar todo el predio es una valla metálica alta. Por ahora pueden pasar los vecinos porque hay un portón, pero esto se va a cortar en pocos días más y los vecinos van a tener que hacer un largo trayecto hasta la parada del ómnibus.
Lita nos habla de este vallado metálico que los ha encerrado...

MCL: Acá se votó un presupuesto participativo, algo que dentro del comunal se discute a veces, porque hay proyectos de vecinos que son muy viables y muy claros pero que a veces no son logrados, porque como va por medio de votación, evidentemente que si Cerro o Rampla o una institución grande te pone un proyecto, evidentemente lo van a sacar porque son miles de afiliados que tienen para poder votar. Entonces los barrios siempre van en minoría en ese aspecto.
Se hace el presupuesto participativo, al cual los vecinos de El Tobogán apoyan, porque se nos habla de comedor, de cancha de inferiores que los chicos del barrio El Tobogán van a tener acceso, se nos habla de una plaza, se habló de un montón de cosas y la gente apoyó el proyecto de Cerro, pero lo único que nos ha hecho Cerro hasta ahora es daño. La plaza no existe porque ya no hay lugar, valló todo, supuestamente venía una muralla de material a la cual nos opusimos.
Nos opusimos terminantemente porque qué, vivimos en un gueto nosotros para que nos encierren.
Pero rellenó indiscriminadamente, que eso nos está afectando hoy, entre UPM que tiene un proyecto de estacionamiento de camiones, más lo que es Cerro, nos han rellenado de una manera que si fuimos un plato llano hoy ya somos un plato hondo, hondo, de los viejos de lata.
Tuvimos enseguida esa entrevista, que Cerro no se presentó nunca a entrevistarse con nosotros en primera instancia, entrevista con el Ministerio de Obras Públicas y con UPM, hablando de la salida de los camiones, que no queríamos que fuera por el barrio, porque estamos arriba de una cañada y se nos iban a partir las casas al medio, y a su vez el cerramiento de Cerro, que nos proporcionaran una calle aunque sea peatonal, porque tampoco veíamos lugar como para hacer una calle transitable para salir a Santín Carlos Rossi.
Situación que ha trastocado toda la vida de los vecinos, las mujeres en la madrugada o en la noche cuando vienen de trabajar tienen que caminar cuadras y cuadras hacia La Teja o hacia atrás del estadio de Cerro, porque no tenemos otra salida. Le pedimos a Cerro, hizo un cerramiento metálico, le pedimos que no cierre las puertas hasta que solucionen lo que nos prometieron, una calle peatonal. Nos dieron una solución contra la cañada y es pasar sobre aguas servidas, entre la mierda, los gurises tienen que ir a la escuela por ese lugar. Entonces, en esa estamos, esa es una cosa que UPM se comprometió y van a tener que responder.
Esperaremos un mes más, ya hace como seis meses de esto.

 

JLV: Bueno, le mandamos un saludo a todo el barrio El Tobogán, un barrio de 260 familias, más de 700 personas que viven allí, un saludo para todos ellos

DM: Y el llamado de atención también para los que tienen responsabilidad. Que se escuchen estos testimonios, que se preste atención y que se ponga la prioridad de la zona donde hay que ponerla.
Muchas gracias José Luis Vázquez por el informe.