“LA PERSECUCIÓN CONTRA LOS CHARRÚAS SE DA EN EL MARCO DE UNA CONTRARREVOLUCIÓN AGRARIA”
Contacto con el maestro e historiador Gonzalo Abella, 10 de abril de 2021.

En el marco del aniversario de Salsipuedes, conversamos con el maestro e historiador Gonzalo Abella del hecho al que califica como “el comienzo del terrorismo de Estado. Yo creo, agregó, “que lo más importante de los episodios que pasaron el 11 de abril a orillas del Arroyo Salsipuedes Grande y en todo el espacio que abarca hacia el Arroyo Salsipuedes Chico y hacia las lagunas, ahí en el límite entre Tacuarembó y Paysandú una zona todavía con mucha belleza natural; ese episodio hay que verlo dentro de la contrarrevolución agraria que planteaba el flamante estado Oriental”. Transcribimos la nota que puede escuchar aquí:
https://archive.org/details/2021-04-10-gonzalo-abella

 

María de los Ángeles Balparda: Estamos recibiendo al maestro e historiador Gonzalo Abella.
¿Qué tal Gonzalo? ¿Cómo andamos?

Gonzalo Abella: Muy feliz de oír a (Jorge) López Ave más allá del dolor qué orgullo lo de Vallecas, como un pueblo puede entender, un barrio puede entender la diferencia entre respetar las normas electorales porque estamos en tanto tengamos legalidad nos importa pero que al fascismo hay que responderle con todo sin cálculo electoral ninguno. Me parece importante porque nosotros hoy tenemos gobernando una coalición que no es fascista pero tenemos en el parlamento un partido fascista. Me parece importante delinear elementos de principios.
Disfruté de todo el enfoque, de esa ventana a la Europa real, de la lucha de clases en Europa que nos da López Ave.
Sé que no tiene nada que ver el tema pero quería comentarlo. El pasado y el presente están relacionados.

 

MAB: Este tema que nos lleva a llamarte es un tema que te identifica me parece el Salsipuedes. Decir Salsipuedes es saber que año a año desde hace muchos años que vos dirás cuántos que has estado en la iniciativa de viajar a Salsipuedes donde se produjo la matanza de nuestros antecesores de una forma además a través de un engaño, de la forma más salvaje fue que se hizo esta matanza.
Vos llevás muchos años recordando cada año este 11 de abril.

GA: Es una política de la Radio que todos estos temas esenciales no se dejen de lado.
Por suerte tenemos esta Radio.
En primer lugar cuando yo empecé estaba trabajando allá por el 2000 en “Mitos y Leyendas de la Banda Oriental” junto con Isabel y por esos años fue que yo llegué por primera vez al pueblito de Tiatucura y empecé a ver todo lo que había de memoria, memoria que se había transmitido de generación en generación.
Como en esos momentos el Partido Colorado era un partido importante el descubrir que Salsipuedes fue el comienzo del inicio del terrorismo de Estado en Uruguay, porque no fue un atentado fue un ataque sistemático a una cultura organizada que era heredera del artiguismo. Yo creo que lo más importante de los episodios que pasaron el 11 de abril a orillas del Arroyo Salsipuedes Grande y en todo el espacio que abarca hacia el Arroyo Salsipuedes Chico y hacia las lagunas ahí en el límite entre Tacuarembó y Paysandú una zona todavía con mucha belleza natural. Ese episodio hay que verlo dentro de la contrarrevolución agraria que planteaba el flamante estado Oriental.
Hay que recordar que la propiedad de la tierra había sido establecida por las leyes coloniales, que Artigas había hecho una Reforma Agraria que no llevó a todo el país pero que afectó enormemente al interés de los grandes terratenientes muchos de ellos extranjeros, muchos de ellos del imperio de Brasil y que para asegurar la contrarrevolución agraria había que expulsar mucha gente del campo y que estando Artigas en el Paraguay -con el riesgo de que Artigas volviera- había que destruir la resistencia organizada. Y la resistencia organizada era de la aduar charrúa, como se decía en la época, porque eran organizados. Pero además habían formado parte del proyecto artiguista, de la Liga Federal no era simplemente un pueblo que defendía su territorio sino que era el lugar de refugio de toda la gente que quería resistir la contrarrevolución agraria, era el único sector organizado.
Por lo tanto los sucesos que empiezan en el Arroyo Salsipuedes que después siguen en Infiernillo, Mataojo, Paso Bautista, Yacarerurú, todos estos hechos de persecución terrible contra los charrúas se dan en el marco de una contrarrevolución agraria.
Nosotros tenemos que entender las cosas cuando vemos la razón de clase, la racionalidad que hay detrás de un genocidio, no es un capricho, ni siquiera era una limpieza étnica, a los niños charrúas capturados ni siquiera se los mató a todos, muchos fueron repartidos entre las familias ricas de Montevideo a los efectos que  olvidaran su identidad, que olvidaran su nombre, olvidaran su lengua, fueron los primeros niños desaparecidos del evento que empieza en Salsipuedes, de la campaña militar contra una cultura que empieza en Salsipuedes.
No podemos de ninguna manera olvidarnos de este hecho.
Nosotros cada año durante trece años fuimos con la Unidad Popular, que orgullo eso, y ahí hablábamos en terreno de lo anecdótico porque estudiando el teatro de operaciones tu podes entender cómo se rompió el cerco, por donde, que paso después porque ese paisaje todavía te permite entender el terreno, por qué se eligió eso, porque ese lugar para el engaño, etc.
A mí me parece que lo más importante es entender que por ejemplo Fructuoso Rivera el ejecutor junto con su sobrino Bernabé, el principal responsable, pasó a hacer más allá del deber que le impusieron el trabajo sucio que le impusieron los liberales excediéndose como tantos casos de torturadores del presente, excediéndose totalmente, se transformó en el primer genocida serial. Porque no sólo el reparto de muchachas charrúas cautivas para servicios sexuales en San Pedro del Durazno, que le dio una gran fortuna con la cual empezó a construir su casa en Durazno. No sólo los niños arrancados de sus madres en Montevideo, a las madres charrúas las llevaron a un galpón que había sido de los negros en cuarentena y los alaridos de las mujeres eran tan fuertes que las damas de la alta sociedad montevideana le pidieron a Rivera que debían devolver los niños  y de un día para otro todos esos alaridos desaparecieron.
El hecho de Guyunusa, una muchacha charrúa, como está embarazada se vende a un zoológico humano de París donde hay interés, eran considerados los pueblos originarios como semi humanos para estudiar un parto charrúa en territorio francés. Era tal el racismo que cuando nace la niñita está registrado los seudos científicos franceses dicen ‘el llanto de la criatura es muy similar al de nuestros bebés’.
Por supuesto que Gusunusa no se iba a morir además una charrúa cristiana, María Micaela Gusunusa bautisada en Paysandú hija de la charrúa Rosa.
Hay ese elemento de femicidio serial. Lo de la Estancia del viejo Bonifasio en Puntas del Queguay cuando el viejo Bonifasio le dijo: “En mi estancia están alojados un montón de mujeres y niños charrúas” mandó al ejército a matarlos.

 

MAB: Después en el Salsipudes hubo una persecución que se mantuvo a los que lograron escapar.

GA: Además era imposible que no lograran escapar porque hay que recordar que las armas de fuego de la época eran de avant de carga, el ritmo de disparo era muy lento, lo que se llama la carencia de fuego, Salsipuedes a todo lo que se pudiera matar ahí mejor pero se sabía que iba a haber ruptura, que iba a haber organización. Es más, los charrúas en Yacaré Cururu allá en lo que es hoy el departamento de Artigas en el repliegue observaron que Bernavé Rivera los estaba persiguiendo, se había alejado del grueso de sus tropas con un destacamento de alzada contraatacaron y mataron a Bernavé Rivera.
Por supuesto que hoy el paraje no se llama Yacaré Cururu se llama Bernabé Rivera pero lo que significa Salsipuedes como inicio de los primeros niños desaparecidos, del genocidio serial es un dedo acusador no contra todo el Partido Colorado.

 

MAB: Una cosa que puede parecer menor pero, ¿por qué le creen los charrúas a Rivera cuando los convoca, ¿a qué los convoca? ¿Por qué le creen?

GA: No todos los charrúas fueron a la convocatoria, hubo comunidades que no fueron, entre ellos uno que le llamaban ‘El Adivino’ que preservó su comunidad.
El tema es que para los charrúas era muy complicada la situación; por un lado durante la ocupación cisplatina, el invasor que había derrotado a Artigas y gobernó prácticamente desde 1820 y en 1825 ya desembarcaron los Treinta y Tres, no tocó a los charrúas porque habían sucesos que se iban a precipitar, él sabía que el empezaba siendo gobernador portugués pero si tenía suerte iba a ser gobernador del imperio de Brasil porque el imperio de Brasil se estaba emancipando, él era un corcho que intentaba flotar.
Recibió a Larrañaga para hacer una escuela Lancasteriana una escuela especial para niños pobres, era un corcho y el tema de la tierra estaba sin saldar y los charrúas estaban sumamente preocupados por ese tema.
Cuando el gobierno uruguayo, en este caso Fructuoso Rivera los llama a negociar ellos van porque les interesa especialmente el tema, ellos no están defendiendo un territorio. Hay donatarios artiguistas de origen charrúa en Soriano en ese momento y otros muchachos charrúas que se habían casado con muchachas negras esclavas que Benítez les había dado tierras igual, sobrepasando la letra prudente del reglamento de tierras, es el tema de la tierra entonces hay que negociar.
Si se les pide negociación ellos van, van con sus familias, van en son de paz, van desarmados, desmontan una vez más creen que van a ser respetados.
Había toda una historia con la Liga Federal y un tema que el verdadero papel de Rivera no estaba muy claro para los charrúas. Los charrúas habían participado en todos los últimos combates de Artigas en Tacuarembó contra los portugueses y pensaban que si un gobierno soberano iba a poner límites al imperio de Brasil ellos querían ver qué pasaba.
Quizás la ingenuidad que le costó la vida a Sandino en Nicaragua, que le costó a Emiliano Zapata, ese deseo que haya paz y de que haya entendimiento por encima de las prevenciones le costó muy caro a los charrúas en el primer momento, después no, después hubo lanzamientos charrúas. Incluso Lavalleja estuvo entreverado a pesar que Lavalleja no era amigo de los charrúas, Lavalleja se alió con los charrúas para combatir al gobierno oriental.

 

MAB: En ese lugar donde has ido por tantos años con gente de varios lugares, que además se sumaban de otras localidades hoy, ¿qué se hace? Obviamente con esto de la pandemia no, pero antes de esto.

GA: Ese es el problema.
En Paysandú hubo un intendente blanco (Álvaro) Lamas que le dio una enorme importancia a las marchas hacia Salsipuedes y apoyó la caballería gaucha de las aparcerías del Norte de Tacuarembó, de Paysandú que iban desfilando a caballo a Salsipuedes. Lamas fue el único intendente blanco que a una plaza que se llamaba Venancio Flores le sacó el nombre, tremendo escándalo se armó en Paysandú y Lamas dijo; “Pongan otro nombre colorado, pero el verdugo de mi pueblo no”.
Mirá que el Frente Amplio siempre con este tema del nomenclátor miró para otro lado, relativizó la historia y este Intendente blanco, nos dio un enorme impulso a las marchas a caballo antes que naciera la Asamblea Popular. Ya estábamos yendo porque nos parecía -a los que andábamos sin partido, confiados en que algún día iba a surgir una herramienta popular- de que acusar el terrorismo de Estado, acusar al Partido Colorado en ese momento muy fuerte, era un elemento importante.
Cuando se fundó la Asamblea Popular era natural que retomáramos.
Yo recuerdo en el Salsipudes a Raúl Rodríguez chupando en el boliche de Tiatucura, conversando con los paisanos que ya un poquitos más maduros le juraban que lo iban a votar y se abrazaban todos, yo recuerdo a María Elena Melo cantando, a Julio y Silvia.
Julio Fernández le dedicó una canción a Salsipuedes. Era normal que la Unidad Popular hoy es la que recoge la bandera de la denuncia contra el genocidio de estado, es la bandera del feminismo uruguayo que empieza a tener un genocida serial que agravia nuestra historia que no podemos permitir que este entre Tres Cruces, tenemos que ver la forma de un trámite para poder sacar la estatua de Rivera de ahí.
Yo creo que es un orgullo más para la Unidad Popular que dentro de su fuente cultural que siempre atendió muchísimo que después llamaron el fogón de los que no se callan, donde tanta gente dejó de tener un sueldo como intelectual o artista para estar con la Unidad Popular que era buscarse un problema laboral en el marco de lo que hicieron “Las Militantas” como teatro callejero. Todo lo que tuvimos de canto improvisado, todo eso y en la sede de la Unidad Popular había un cuadro de Artigas pintado por un militante. Ahí va  a volver a haber cuando volvamos a tener una sede.
Todo eso hace de la Unidad Popular, para mí es una bandera, porque además lo han recogido no todo el mundo, pero los que iban y los que muchas veces donaban dinero para que una persona, un militante sin posibilidades económicas pudiera ir. Y el clima colectivo que se formaba, y se va a formar y se va a seguir formando en nuestros viajes a Salsipuedes.
Ahora, tú me decías qué va a pasar hoy. Había un sector de operadores del Partido Colorado, incluso gente de la Asociación Patriótica de Guichón que planteaban -ya que este año como no se hacía- una especie de desagravio a Rivera. Ahí se sumó desgraciadamente un periodista de Guichón que se sumó al hecho, la propuesta es que; “si, lo de Salsipuedes fue triste, pero la piqueta fatal del progreso modernizó al Uruguay, lo liberó del problema de los indios”.
Hay un Coronel colorado de la época que en una carta a Acevedo Díaz, cuando Acevedo Díaz estaba escribiendo las novelas históricas, que dice ‘qué error, era gente bacana para andar a caballo, hablaban ya castellano, acostumbrada al trabajo, por qué no se los convocó para un trabajo común’. Claro, el problema lo que no entiende el coronel Modesto Polanco -que yo en un libro mío cito la carta de él, creo que en “Artigas mitológico”- lo que no entendía Modesto Polanco, es que estaba el tema de la tierra. Estaba el tema del latifundio y estaba el tema de que los charrúas organizados eran la memoria organizada del artiguismo. Primero lo dice en una carta al parlamento Rivera: “En el aduar charrúa se habían refugiado todos los elementos díscolos de la campaña” claro, los donatorios artiguistas.

 

MAB: A los oyentes nuestros que te escuchan los lunes con tu programa en la tarde saben que el lunes pasado dedicaste el programa a este tema y todos los que están subscriptos para que les mandemos gratis los audios, están incluida siempre la audición, así que la tienen allí.
Este próximo lunes vas a estar con otros temas pero desde ya los invitamos que te acompañen 16:30.

GA: Por respeto a la audiencia trato de no repetir los temas pero tenemos un plancito ahí con Hernán que ya tendrán noticias de hacer unos pequeños videos para que circulen en las redes sobre temas de Historia uruguaya.

 

MAB: Que es una forma de responder a las propuestas que han haciendo de los oyentes.

GA: Ese es el problema que tengo el orgullo porque para un jubilado ya viejito no hay orgullo mayor que ser útil en algo y realmente que te llamen para decir mirá que es importante lo que decís, se suman a tantas cosas importantes que dice la radio es una enorme alegría y así que me voy a poner con todo cariño. Yo sé que a Hernán le sobra tiempo además. (Se ríen)

 

AB: Abella, muchas gracias por esto y hasta la semana que viene.

GA: Un abrazo.