13 de junio de 2013

 

 

MENSAJE DE LA 36
BONOMI SIGUE DEFIENDO A LA “BARRA BRAVA” DE PEÑAROL Y A SU ESPOSA
“Una dama entre la Policía y los barra brava”


  “La diputada del MPP y esposa del ministro del Interior, Susana Pereyra es hincha a muerte de Peñarol”

SEGÚN INTELIGENCIA POLICIAL FUERON HINCHAS DE PEÑAROL MESCLADOS CON DELINCUENTES Y NO RADICALES DE LA ASAMBLEA POPULAR

El Semanario Búsqueda informó hoy que el informe de Inteligencia policial, respaldado por su director José Colman, analizó las imágenes tomadas por las cámaras de seguridad y las pintadas en muros de la Plaza Libertad y no solo no identificó a miembros de grupos radicales sino que concluyó que el ataque fue motivado por la presencia en la puerta de la Suprema Corte de un cordón policial y fue realizado por hinchas de Peñarol mezclados con delincuentes que aprovecharon la oportunidad

Según el diario El Observador ahora para Inteligencia no hubo grupos radicales en destrozos, el día del triunfo de Peñarol, en la Corte Suprema de Justicia.

Bonomi desestima el informe de Inteligencia sobre ataque a la SCJ

La Policía espera presentar pruebas a la Justicia Penal en los próximos días

LA EMBAJADA DE ESTADOS UNIDOS DESMINTIÓ ATAQUE A SU EMBAJADA

 

 

Bonomi, respaldó la versión del director nacional de Policía sobre la presencia de radicales. Inteligencia consideró que fueron hinchas de Peñarol mezclados con delincuentes.

El Ministro Eduardo Bonomi legitimó la versión el director nacional de Policía, Julio Guarteche, sobre la presencia de grupos radicales organizados en el ataque a la Suprema Corte de Justicia en la noche del 4 de junio y desestimó un informe que el pasado martes le presentó Inteligencia policial que no detectó ni identificó a radicales en la asonada y ofreció una explicación alternativa. Dicho trabajo generó una discusión y fue rebatido por Guarteche y el jefe de Policía de Montevideo, Mario Layera.

El Semanario Búsqueda informó hoy que el informe de Inteligencia policial, respaldado por su director José Colman, analizó las imágenes tomadas por las cámaras de seguridad y las pintadas en muros de la Plaza Libertad y no solo no identificó a miembros de grupos radicales sino que concluyó que el ataque fue motivado por la presencia en la puerta de la Suprema Corte de un cordón policial y fue realizado por hinchas de Peñarol mezclados con delincuentes que aprovecharon la oportunidad. Sin embargo, Bonomi fue ayer al Parlamento junto a Guarteche y otras autoridades policiales y ratificó la versión original que alude a un ataque preparado contra la Suprema Corte por parte de infiltrados en los festejos de Peñarol.

“La virulencia del ataque, la cantidad de piedras que se tiraron muchas no eran del lugar y las roturas que se produjeron en el edificio anexo de la Suprema Corte de Justicia nos dan la pauta de que se trata de algo organizado”, afirmó Guarteche ante Comisión de Constitución y Códigos de Diputados.

Guarteche dijo que la Policía no manejó información previa sobre que radicales tenían como objetivo principal atacar la sede de la Suprema Corte utilizando como cobertura las conmemoraciones de parciales aurinegros por la obtención del Campeonato Uruguayo.

En la convocatoria, que fue realizada por el diputado de Unidad Nacional (UNA) Gustavo Borsari, Guarteche calificó de grupos radicales a los vándalos por su forma de acción: iban con piedras adentro de sus mochilas, sin identificación de ningún club y se retiraron en forma organizada. Indicó que los manifestantes comenzaron a actuar en Colonia y Rondeau, se desplazaron hacia a Plaza Independencia y luego retornaron hacia Plaza Libertad donde atacaron a unos 60 efectivos que brindaban seguridad a la sede de la Suprema Corte. El jerarca aclaró que la Policía aún no pudo identificar a dichos grupos radicales, aunque advirtió que sí “ha habido” filmaciones “muy claras” de rostros.

Según Guarteche, la Policía acumula pruebas para presentar en los próximos días al juez Roberto Timbal. Al finalizar la reunión, Bonomi reiteró que algunas personas aprovecharon los festejos deportivos para “otras cosas” y agregó que “alguna gente que estaba en el festejo deportivo también se sumó”.

Según informó la Jefatura de Montevideo, en la madrugada del miércoles 5 ocurrieron hechos vandálicos en el Centro que concluyó con el hurto de electrodomésticos en el local de Carlos Gutiérrez de 18 de Julio y Vázquez, 29 comercios dañados, roturas de vidrios en la Suprema Corte y robo de dos monitores en el Palacio de los Tribunales, ocho móviles policiales dañados y 22 efectivos policiales heridos. La Policía detuvo a 89 personas, quienes fueron liberados a las pocas horas.

Otro tema que abordó Guarteche fueron los controles de consumo de tóxicos que se realizaron en la Policía. Dijo que para efectuar este tipo de análisis, el Ministerio del Interior firmó en 2003 un convenio con Ministerio de Deporte para tener un laboratorio independiente de la Policía. “Hasta el momento en que los oficiales fueron citados, 21 de mayo de este año, se habían realizados 1.003 análisis y 55 resultaron positivo”, expresó.

Al finalizar la reunión de la Comisión de Constitución y Códigos, Borsari afirmó que realizó a Bonomi unas 15 preguntas sobre los últimos hechos vinculados a la seguridad pública y destacó que el saldo que le queda es que “hay una brutal descoordinación” entre las jerarquías del Ministerio del Interior y la Policía.

“El ministro Bonomi contestó en la comisión que hay una gran resistencia a la reestructura en la Jefatura”, dijo.

A juicio del parlamentario blanco, esa es “una situación muy grave. Nosotros y la población no sabemos quién tiene las culpas de lo que sucede” en materia de seguridad.

Con respecto a la asonada en la sede de la Suprema Corte, Borsari opinó que se trató de un “hecho gravísimo” y señaló que el Ministerio del Interior reconoció que “había grupos radicales involucrados en esto”.

En tanto el diputado colorado Gustavo Cersósimo planteó que muchos policías habían incurrido en multiempleo pese a la baja progresiva del Servicio 222, lo que fue negado por jerarcas de la cartera.

Por su parte, Carrera afirmó que la cartera enfrenta “un serio problema interno” que “tiene que ver con el descuido” de los vehículos. De todas formas, en momentos en que estamos transparentando la situación con el Sisconve o sistema de control vehicular, a través del convenio con el centro de talleristas, estamos identificando responsables”, afirmó.

Enseguida agregó: “Hemos tenido casos de choques, de siniestros, en los que policías iban manejando automóviles cero kilómetro a 19 kilómetros por hora. Por eso molesta que haya un nuevo sistema donde exista transparencia y se puedan ver responsabilidades”.

Además de la asonada frente a la Suprema Corte, el diputado Borsari le preguntó al ministro Bonomi sobre los hechos acaecidos en la Seccional 14° en Carrasco, que derivó en un sumario a sus principales jerarcas y en una denuncia penal por supuesta omisión de funciones; la renuncia del ex jefe de Montevideo, inspector mayor (r) Diego Fernández, y la oposición a la reestructura protagonizada por mandos medios, entre otros temas.

El director general de Secretaría del Ministerio del Interior, Charles Carrera informó ayer en el Parlamento que no más de mil policías de los 26.000 tienen problemas de endeudamiento. “Esto lo estamos analizando a través del sistema de seguridad social. Reitero que se larga un rumor que no es real” sobre que hay muchos policías sobreendeudados, dijo. Por su parte, el ministro Eduardo Bonomi indicó que habrá que incluir cursos de administración familiar en los planes de estudios de futuros oficiales y agentes.

Según el diario El Observador ahora para Inteligencia no hubo grupos radicales en destrozos, el día del triunfo de Peñarol, en la Corte Suprema de Justicia.

Descarta participación de estos grupos en los incidentes contra la Suprema Corte de Justicia. La posición difiere de la del director nacional de Policía, Julio Guarteche, y de la primera versión de las autoridades.
 
La Dirección General de Información e Inteligencia de la Policía descartó la presencia de grupos radicales en los incidentes contra la suprema Corte de Justicia (SCJ) ocurridos durante el festejo del Campeonato Uruguayo obtenido por Peñarol la semana pasada, publicó Búsqueda este jueves en base a fuentes del Ministerio del Interior.

Un informe elaborado por esa dirección descarta la presencia de esos grupos, tal como se manejó en un primer momento y como sostuvo el director nacional de Policía, Julio Guarteche.

Las fuentes indicaron al semanario que la hipótesis de Inteligencia es que el ataque a la SCJ se produjo porque en ese lugar había policías al lado del edificio, y no porque fuera una embestida al Poder Judicial.

El informe fue discutido este martes 11 de junio por las autoridades del Ministerio. El documento contó con registros de cámaras de seguridad y de las pintadas en los muros de la zona. Cuando se compararon las imágenes de videos con las del archivo de Inteligencia, no se encontraron integrantes de grupos radicales. Además, las pintadas eran sobre Peñarol y ninguna trataba de grupos de izquierda.

El informe difiere de la visión del director nacional de Policía, Julio Guarteche, quien la semana pasada consideró que sí hay grupos radicales implicados. “Ya lo han hecho en otras oportunidades contra las propias instalaciones del Ministerio del Interior; hay grupos radicales que tienen esa capacidad”, dijo al programa Poder Pensar de Canal 20 de TCC grabado el miércoles 5 de junio.

En la reunión realizada el pasado martes, Guarteche y el jefe de Policía de Montevideo, Mario Layera, discreparon con el informe de Inteligencia, informó Búsqueda.

En la reunión, el director nacional de Policía manifestó que “es muy fácil utilizar” a la hinchada de Peñarol para hacer desmanes. Además, agregó que en los festejos había grupos que se movían como si estuvieran coordinados y que tenían mochilas con piedras traídas de otro lugar.

Por su parte, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, dijo ayer miércoles en la Comisión de de Constitución y Código que la Policía había identificado a los “radicales” que estuvieron en los incidentes, pero no a las organizaciones de la que forman parte, indicó Ultimas Noticias.

Embajada de EEUU desmintió haber recibido ataques.

Fuentes policiales habían señalado a El Observador que antes de que finalizara la final hubo un ataque a la residencia diplomática, pero autoridades de la embajada dicen que eso no sucedió.
      
La embajada de Estados Unidos en Uruguay desmintió la información publicada este viernes en El Observador en la que se señala que hubo un ataque a la casa diplomática de ese país el día del partido por la final del Campeonato Uruguayo.

En base a fuentes policiales, El Observador informó este viernes que minutos antes de que finalizara el partido entre Peñarol y Defensor se registró una apedrea a la embajada de Estados Unidos.

Fuentes del Ministerio del Interior dijeron que esos hechos y los ocurridos en la Suprema Corte de Justicia, donde hubo destrozos, fueron realizados por personas que llevaban caras tapadas y se movían para no ser captados por las cámaras; estos hechos refuerzan la teoría de la Policía sobre la participación de grupos radicales en los incidentes.

Desde la casa diplomática estadounidense se indicó que en la residencia del Parque Batlle no hubo ataques.

Comunicado de la Embajada de EEUU:

“Versiones periodísticas del día de hoy señalan que la sede de la Embajada de los Estados Unidos de la calle Lord Ponsonby fue “objeto de un ataque” durante los disturbios ocurridos en la noche del martes pasado.

La Embajada comunica que, si bien hubo pedreas en los alrededores de la residencia diplomática que fueron reportadas al Ministerio del Interior por la guardia que custodia la misión diplomática, las instalaciones de la residencia no fueron “objeto de ataque” ni sufrieron daño alguno por los disturbios”.

El 3 de diciembre de 2012 el diario El Observador titulaba “Una dama entre la Policía y los barra brava”.

La diputada Susana Pereyra, asidua a la tribuna Ámsterdam, asegura que concurre a la tribuna en los partidos más difíciles para calmar los ánimos de ambos lados: hinchas y Policía. Ayer fue testigo de los incidentes.
 
La diputada del MPP y esposa del ministro del Interior, Susana Pereyra es hincha a muerte de Peñarol. Este domingo estaba presente en la Ámsterdam cuando ocurrieron los incidentes, en los que la Policía debió usar gas lacrimógeno y balas de goma. Los enfrentamientos terminaron con seis detenidos, según se informó desde la Jefatura de Montevideo.

Pereyra, quien se mostró molesta con las versiones de prensa que señalaron que el enfrentamiento había sido entre los propios hinchas de Peñarol, afirmó al periódico  que la violencia se desencadenó cuando un grupo de hinchas aurinegros que estaban en la Olímpica intentó pasar a la Ámsterdam. La acción derivó en un enfrentamiento con la Policía, que empañó el clima de festejo que se vivía en la parcialidad carbonera. Según Pereyra, la barra brava de Peñarol no participó de los desmanes, más allá de “algún inadaptado”.

La diputada destacó que incluso hubo un “muchacho que cayó de arriba herido, desde la Olímpica”. Fuentes de la Comisión Administradora del Field Oficial (Cafo) señalaron que este hecho fue lo que desató la furia de los hinchas mirasoles: en un principio la Policía se negó a asistirlo.

“Ayer hubo un gas pimienta, quizá inconveniente. Pero no pasó a más de 50 a 60 inadaptados. No fue un enfrentamiento, fue gente que quería pasar de una tribuna a la otra”, manifestó. “Yo estaba en esa puerta, en ese lugar. Y entre la hinchada de Peñarol no pasó nada”, aseguró la legisladora, frecuente visitante de la Ámsterdam, que mantiene una buena relación con los “referentes positivos” de la barra aurinegra.

 “Hay veces que voy al palco y veces a la Ámsterdam, pero los días que van a ser difíciles voy a la Ámsterdam porque sé que si voy, cambia los ánimos de los dos lados: de los hinchas y de la Policía”, afirmó Pereyra.

El fin de semana pasado cuando Peñarol se enfrentó a Wanderers y también hubo incidentes, ella no estaba presente. Según lo que pudo saber, en esa oportunidad la violencia sí tuvo como protagonistas a integrantes de la barra brava aurinegra. “Un grupo de gente joven que quiere comandar la barra se trató de imponer y los más viejos no los dejan”, explicó.  “Pero por suerte ha coincidido que cuando yo voy, no hay problemas”.

“La hinchada de Peñarol cambió; ha perdido con Nacional, ha empatado y no ha pasado nada. Desde hace un tiempo hay un autocontrol en la Ámsterdam, que lo ejercen los propios referentes positivos”, dijo Pereyra. De esta manera, cuando hay algún problema, son ellos los que intentan solucionarlo sin intervención de la Policía, si ven que el asunto se les va de las manos, entonces sí piden apoyo a los efectivos, contó.

“Yo soy muy hincha de Peñarol y conozco a los referentes de la barra. Entonces, un día hablé con los muchachos y les dije que Peñarol no se merecía tener una hinchada violenta. Yo viví el Quinquenio y no valía la pena tener está hinchada. Y ellos, los referentes positivos, me entendieron”, expresó. Esto fue hace dos años y desde allí la relación con ellos no se ha interrumpido. “Incluso cuando salen los cantos violentos, que hablan de muerte, son un grupo pequeño los que los canta, no toda la barra brava” porque entienden que no contribuye.

Una vez que tuvo aquel primer contacto, Pereyra analizó el estado de situación y decidió hacer algo para que la violencia en el fútbol no siguiera en aumento. El camino que se le ocurrió fue contactar a los “referentes positivos” de Peñarol y de Nacional con personal del Ministerio del Interior, para que antes de cada partido puedan resolver temas relacionados a la seguridad, como el uso del cotillón.

La diputada asegura que tanto esta decisión, como la de concurrir a la Ámsterdam en los partidos más complicados, la tomó de forma personal y no en sintonía con el Ministerio del Interior, que comanda su marido. “Yo los presenté y generé el vínculo, nada más”, señaló, respecto al vínculo que generó entre los referentes de las barras bravas y la cartera. “Lo que piense mi esposo sobre mi presencia en la Ámsterdam, me importa claramente. Pero la decisión la tomo yo. No me cuestiona”, agregó.

En aras de la paz, Pereyra ha llegado incluso a intervenir en asuntos relacionados con la parcialidad tricolor. “No me involucro con ellos porque soy de Peñarol, pero sí he intercedido, por ejemplo, para que en el puerto dejaran pasar unas banderas de Nacional que habían traído de Buenos Aires”, aseguró.

Al cabo de este tiempo, Pereyra es consciente del cambio que su involucramiento en el tema ha logrado forjar en el fútbol. “Sí ha habido un cambio importante. No hay muertos, no hay apaleamiento de la Policía”, afirmó.

La noche de los festejos violentos del triunfo de Peñarol sobre Defensor, y que coronara al primero campeón uruguayo de fútbol hubieron algunas verdades y muchas mentiras.

Mentiras periodísticas. Se mintió por parte de dos periódicos, de los más grandes, al afirmar citando altas fuentes policiales, que posteriormente jamás confirmaron cuales fueron. Que según ambos matutinos grupos de radicales entre los que se encontraba la Asamblea Popular, habían causado desmanes, pedreas a la Suprema Corte de Justicia y saqueos a los comercios de 18 de Julio.

Los jerarcas policiales director nacional de Policía, Julio Guarteche y el jefe de Policía de Montevideo, inspector principal (r) Mario Layera, insisten junto al señor ministro y esposo de la diputada Susana Pereira hincha a muerte de Peñarol y nexo entre la barra brava de ese equipo y la Policía en que tienen pruebas sobre los grupos radicales que organizaron el ataque a la Suprema Corte de Justicia.

Primeras dudas: Sin embargo hasta el presente no han dado ni nombres de estos grupos radicales según ellos, ni datos sobre los 89 arrestos de aquella noche, ni han publicado los rostros de los atacantes de acuerdo a las filmaciones que dicen poseer de los desmanes.

Una falsedad: Los mismos periódicos publicaron un ataque a pedradas contra la Embajada de los Estados Unidos.
Una gran mentira: La propia Embajada salió a desmentir esta información aclarando que no existió tal ataque contra sus instalaciones.  

Una afirmación reciente: Los propios Servicios de Seguridad de la Policía desmienten que hayan indicios de algún tipo sobre la autoría por parte de sectores radicales en los robos y pedreas de la noche de los festejos contra la Corte Suprema de Justicia. Y en cambio dicen haber constatado que fueron los propios hinchas de Peñarol que al ver policías protegiendo la Corte Suprema de Justicia, atacaron a los Policías como tienen por costumbre y que esta situación fue aprovechada por delincuentes para robar.  

Ahora por tanto solo quedan los Jerarcas Policiales, Guarteche y Layera respaldando al señor Ministro del Interior Bonomi, que debemos suponer entonces que trata de encubrir a la barra brava de Peñarol, de la cual su esposa es madrina y que ya ha estado en otras oportunidades de violencia mediando, entre hinchas y policías como ella mismo lo declara.

Esta actitud del señor Ministro del Interior es sumamente peligrosa, más allá del daño que se le causa a un partido político como la Asamblea Popular al intentar vincularlo con actos vandálicos sin ningún contenido político, con incendios a un quiosco de una trabajadora humilde, y robos a comercios de 18 de julio. El público tiene derecho a pensar que partido político es este que no distingue entre una mujer trabajadora que se gana la vida humildemente, y que a la vez se dedica a robar los comercios de 18 de Julio escudándose en un festejo popular. Y de paso atacando a la Suprema Corte de Justicia, en medio de la noche al mejor estilo fascista.

Lamentablemente para Bonomi, quien deberá controlar un poco más las amistades de su señora esposa, por aquello de “dimes con quien andas y te diré quien eres”. El otro elemento que nos hace suponer este planteo de las autoridades policiales y del ministro es el fracaso estrepitoso de un plan de seguridad que fracasó de punta a punta. Cien personas exaltadas, probablemente enajenadas por el consumo, sobrepasaron las escasas medidas de seguridad, y fueron incapaces de proteger la propiedad privada de los comercios de 18 de Julio, que son quienes más aportan con sus donaciones a la policía, y que terminaron rompiendo los cristales de la Corte Suprema de Justicia, por el hecho de ver allí a quienes consideran sus enemigos clásicos de cada domingo en el estadio, los policías.

Es mucha casualidad pero por un lado el señor Ministro del Interior defiende a la barra brava de Peñarol, cuyos elementos conoce su esposa hincha a muerte de ese equipo. Por otro parte otro señor Ministro del mismo partido que Bonomi, el ex jefe tupamaro Fernández Huidobro es también hincha de Peñarol y ferviente defensor de entregarle el Parque Batlle para la construcción de un Estadio. De los hechos aquellos del festejo violento ya ha transcurrido una semana, y las investigaciones continúan. Un a primera declaración de los Servicios de Inteligencia, son determinantes acusando a la hinchada de Peñarol y elementos de la delincuencia que se aprovecharon de la situación. En cambio del lado de Bonomi y sus jerarcas, hasta ahora solo han mencionado suposiciones vagas eludiendo dar nombres concretos y mostrar otras pruebas de contundencia, diferentes a las mencionadas por Inteligencia.

No se trata ya de lo que publican los grandes medios uruguayos. Ahora se trata de los que dice un jefe progresista como Bonomi.
Esta es una sociedad totalmente desorganizada y burguesamente complicada. Sociedad casi artificial, donde la mayoría de las personas se les vuelve imposible estar al tanto de lo que sucede en los múltiples ámbitos de la vida. Por eso se trata de una ínfima minoría la que se encarga de la política, el resto de los uruguayos debe trabajar y sus ocupaciones en la mayoría de las veces va reñida con la política. De este pequeño núcleo de políticos del Gobierno, nacen jefes como Bonomi, imprescindibles para el sostén del Estado. Sus dichos, su palabra es muy valiosa, tanto para la prensa como para sus seguidores. Los jefes progresistas son idóneos, intelectuales, doctores, sindicalistas, comunistas o socialistas. Los demás simples votantes, seguidores ciegos acostumbrados a ser dirigidos y hoy se necesitan jefes para todo, inclusive para una hinchada de fútbol, se necesitan una dos o diez “barras bravas”. Y cuantos partidos se habrán perdido en el estadio centenario por ausencia de estas “barras bravas”.

Hoy no se concibe una cuadro de fútbol sin jefes en la tribuna y esto si exige de una organización, y también implica el mal ejemplo de los Jefes políticos y hasta de sus esposas, ya que se les a colocado allí en el lugar mismo desde donde pueden hacerlo.

Las jefaturas en un Comité de Base, una boca de pasta base o de una barra brava, son el primer peldaño desde donde se puede pasar directamente a un ministerio o a los puestos bien rentados de la administración pública.

Mientras los jefes se vuelven más imprescindibles, las masas resultan más ignorantes y pierden en el mismo sentido valor y voluntad. Los jefes adquieren mayor autoridad para atacar a los demás si no les gusta su presencia, pero en el mismo grado implica menos libertad del pueblo y por tanto preparan el campo para al autocensura y el miedo a ejercer esa libertad.

Pensemos ahora que pasa si un militante de la Asamblea Popular, aparece filmado cualquier día de estos durante un reclamo una protesta social,  y a un loquito cualquiera, un provocador montado, o un rebelde, se le ocurre romper un cristal en 18 de Julio. Esto obliga a la tendencia de auto censurarse, reprimirse uno mismo, o tomar distancia de las masas y la protesta social, sea esta organizada o espontánea.

Este simple hecho nos permite reflexionar acerca no de cuanto vale un jefe progresista, sino del inmenso poder que tiene, de cuanto hay de mentira en su entorno, en las politiquerías que utiliza para entronizarse.

Los gigantes aquellos han desaparecido, hoy los jefes de los frenteamplistas deben pelear por su sillón a muerte. La mayoría de las veces no llegan ni a caudillos, son simples aspirantes, empresarios de grupos de poder, aparecen y de la misma forma desaparecerán, en la cosa pública sin dejar huella alguna ni nada duradero.