LAS DROGAS:
¿RELACIONAN O DISCRIMINAN Y AÍSLAN A LOS INDIVIDUOS SOCIALMENTE?

Entrevista al diputado Sebastián Sabini del MPP-Frente Amplio
CX 36 Radio Centenario comenzó una ronda de entrevistas centradas en desgranar las distintas visiones políticas y sociales, que surgen de la iniciativa (no muy clara aún) del Poder Ejecutivo de legalizar la producción y comercialización de la marihuana. En este marco, el diputado del MPP-Frente Amplio que compartió “Mañanas de Radio” este jueves 30 de agosto-  aseveró que “Pero también, por ejemplo, para una persona que fuma tabaco de repente se siente más segura de sí misma, su autopercepción, lo ayuda a relacionarse con otros.
Entonces, es muy difícil decir que esto hace mal. Claro, desde el punto de vista físico sí hace mal, pero en otros aspectos de la vida para la persona es una ayuda.”. A continuación transcribimos dicha entrevista.

 

 

Chury: Nuestro invitado del día de hoy es Sebastián Sabini, diputado de la Cámara de Representantes del Uruguay, que nació el 11 de junio de 1981 en Montevideo, que es docente y político y pertenece al Movimiento de Liberación Nacional (MLN) Tupamaros e integra el Movimiento de Participación Popular (MPP), Frente Amplio. Desde el año 2010 se desempeñó como diputado.
Sebastián Sabini vivió entre el 91 y el 2010 en una zona rural cercana a la ciudad de Las Piedras. Su educación Primaria se fincó en la Escuela Nº 105 de Millán y la Escuela Luis Alberto de Herrera. Cursó Ciclo Básico en la en el Liceo Nº 18 y Bachillerato en el Liceo Manuel Rose de Las Piedras.
En el año 2000 ingresó al Instituto de Profesores Artigas (IPA) graduándose como profesor de historia.
En su trabajo como docente ha impartido clases de enseñanza media en la educación pública en diferentes localidades canarias como Progreso, la propia capital Canelones, Las Piedras, Pando, Suárez, tarea que desarrolló hasta asumir como legislador.
Ha participado en diferentes investigaciones y encuentros relacionados con la disciplina de historia económica en la Facultad de Ciencias Sociales en la Universidad de la República, hablamos de 2006 – 2008.
Es candidato a magister en historia económica del programa de historia económica y social de la Universidad de la República en proceso de realización de su tesis sobre las relaciones salariales en la empresa FUNSA.
A nivel político milita en el MPP desde 1997 en Las Piedras. En el año 1999 comenzó su militancia en el MLN.
En 2005 fue electo en elecciones internas como dirección departamental del MPP. Ese mismo año asume como director de Juventud de la Comuna canaria, cargo que desempeñó hasta el año 2009.
En las elecciones de 2009 resultó electo representante nacional por el departamento de Canelones. En el marco de su actividad parlamentaria presentó el proyecto de ley “Plantación y consumo de Cannabis” que pretende regular el uso de esta droga el cual está actualmente a estudio de la comisión especial parlamentaria “Adicciones y drogas”, anteriormente llamada “Adicciones y su impacto en la sociedad uruguaya”, la cual preside en este momento y lo hace desde 2011.
Así mismo trabajó en la elaboración del proyecto de matrimonio igualitario en conjunto con la organización Ovejas Negras.
Desde el año 2012 preside la comisión parlamentaria también de Educación y Cultura.
Sebastián Sabini, bienvenido al programa...

Sabini: Bueno, muchas gracias por la invitación.

Chury: Bueno, quería comenzar esto porque el proyecto está en el Parlamento Nacional, nosotros hemos decidido, ha decidido la producción de Mañanas de Radio, hemos dedicado varios días y los vamos a dedicar para ver cómo sigue esto, cómo empieza, cómo se desarrolla, cómo sigue y naturalmente que al presidir tú la Comisión sobre adicciones y todo esto vamos a tratar de compartir la mayor  información posible para la audiencia.
¿En el momento actual, el proyecto del Ejecutivo, en qué fase está dentro del Parlamento?

Sabini: Bueno, el proyecto entró al Parlamento hace unas 3 semanas aproximadamente y lo que estamos comenzando, nosotros estuvimos hasta hace muy poquito la Rendición de Cuentas, ingresó en el medio del tratamiento la Rendición de Cuentas. Lo que estamos trabajando con la bancada es un cronograma donde vamos a hacer partícipes de la discusión a organizaciones sociales, a instituciones públicas que quieran o estén interesados en poner su opinión con respecto al proyecto.

Chury: Es decir, entonces, que es a partir del tratamiento parlamentario que se van a iniciar las consultas, por ejemplo, a especialistas, a grupos técnicos...

Sabini: Bueno, me gustaría por lo menos historiar un poco lo que fue todo el proceso previo porque fue un proceso bastante rico en realidad. En la anterior comisión, en la Comisión Especial de Adicciones se hizo un pacto en la sociedad uruguaya, se hizo un trabajo bastante arduo básicamente desde la bancada del Frente en donde recibimos alrededor de 40 instituciones y organizaciones sociales a lo largo de un año y medio lo cual se sintetizó en un informe. Un informe que no hablaba sólo sobre cannabis sino que trataba el tema de las adicciones en su conjunto.
Es decir, hay que tener presente cuando hablamos de adicciones nos estamos refiriendo a otros aspectos que van más allá de la droga, por ejemplo la ludopatía o la adicción a internet, etc.
Ahora, cuando hablamos de drogas, no sólo nos relacionamos con las drogas a través de las adicciones. Es decir, las drogas tienen un montón de usos y un montón de formas de relacionarse. Las adiciones son un uso problemático de las drogas.
Pero en realidad las drogas tienen usos médicos, usos científicos, usos productivos, usos recreacionales y en muchas ocasiones, o en un porcentaje que depende de las sustancias y de las personas, se dan usos problemáticos y en ocasiones esos usos problemáticos determinan una situación de adicción.
Ahora, ese trabajo que tuvo tres informes, uno del Frente Amplio, uno de Partido Colorado y uno del Partido Nacional, el del Frente Amplio fue en conjunto con el Partido Independiente, se realizaban una serie de recomendaciones. Y estas recomendaciones tienen que ver con, por un lado tomar la experiencia que se desarrolló, sobre todo en el primer gobierno del Frente en relación a las políticas regulacionistas respecto al tabaco y aplicar ese criterio, es decir, un criterio de regulación, a otras sustancias. B´
Básicamente nos referíamos al alcohol y al cannabis, a la marihuana.
¿Por qué? Bueno, porque en relación al alcohol existe una fuerte regulación en la parte productiva. Es decir, las personas cuando consumen vino, whisky o cerveza tienen una trazabilidad de la sustancia, saben que lo que están consumiendo tiene una calidad determinada y eso es regulado y controlado por el Estado, pero luego la etapa de venta es bastante liberal y hay un control relativamente liviano, por ejemplo, en relación a las publicidades, en relación a los patrocinios, en relación a qué es lo que se promueve cuando se promueve el consumo de alcohol.
Con el cannabis pasa algo similar solo que la desregulación es total. ¿Por qué? Bueno, porque la que controla el mercado de cannabis es el narcotráfico.
Entonces, las recomendaciones de la Comisión tenían que ver con implementar políticas regulacionistas en los dos aspectos. En relación a un sustancia legal como el alcohol en estos aspectos, por ejemplo, que las empresas tuvieran la responsabilidad, ya no por motu proprio sino como parte de una política de Estado poner recursos para, por ejemplo, todo lo que son los tratamientos, tratamientos de adición, de consumo problemático de alcohol. Pero también para hacer políticas de prevención, de educación, de información que es una de las claves en las políticas de drogas. Que fue en parte lo que hicimos con el tabaco.
Es decir, en Uruguay hay cuatro drogas que son las que nos generan problemas graves y tenemos dos que tienen alta percepción de riesgo. Es decir, que las personas saben que cuando consumen pueden tener problemas en su salud...

Chury: ¿Cuáles son esas dos drogas?

Sabini: Son el tabaco y la pasta base.
Y luego dos drogas que tienen baja percepción de riesgo, yo creo que por razones diferentes, que son el alcohol y el cannabis.
Particularmente con el tabaco se hizo una política que ayudó a que aumentara la percepción de riesgo y a cambiar los hábitos de las personas, porque los consumos están muy relacionados a las cuestiones culturales.
Ahora, con el alcohol hay una aceptación social muy grande, tendemos a percibir que no se trata de una droga. Es decir, hace poquito una periodista me preguntaba si yo pensaba que el alcohol es una droga. Bueno, no es algo que yo piense o deje de pensar, taxativamente es una droga, científicamente es una droga porque es una sustancia que al ingresar al organismo modifica el sistema nervioso central.
Y la otra droga que tiene baja percepción de riesgo es el cannabis.
Entonces, nosotros esto, con el formato actual de políticas y de legislación pensamos que no ayuda, porque en realidad no se trata de decirle a la gente que esto es malo sino que se trata de poner en su justa medida las cosas, que son factores de riesgo. Es decir, cuando uno consume es pasible de determinados problemas.
Si yo consumo, por ejemplo, alcohol no debería manejar. Esa es una política regulacionista. Si yo me fumo un porro no debería manejar una maquinaria vial o sentarme a estudiar para un examen. O si estoy embarazada no debería consumir ninguna droga. O si soy menor, lo mejor es que no consuma. Ahora, si lo voy a hacer, es decir, las personas toman sus decisiones mucho más alá de lo que dicen los políticos, por surte. Lo que tenemos que hacer sí como política pública es establecer mecanismos de prevención, que la información esté accesible, información científica, de calidad, para que luego las decisiones sean lo más concienzudas posibles.
Y luego, cuando existen consumos problemáticos establecer mecanismos para que los ciudadanos puedan salir de esos consumos problemáticos.
En el tabaco establecimos clínicas de cesación del tabaquismo. Y eso ayudó a que las personas que quieran dejar de fumar puedan hacerlo. Porque, a ver, se trata de un problema complejo de resolver porque muchas veces hay cuestiones biológicas y químicas que atentan contra esa misma persona hasta por su propia génesis, sus características genéticas y esto está ampliamente estudiad por los especialistas.
Entonces, a veces hay voluntad pero no está la posibilidad de dejar, por ejemplo, dejar absolutamente de consumir, un consumo cero y entonces hay que buscar otros caminos, otras alternativas. Y eso fue lo que trabajamos en la comisión.
Básicamente el proyecto que nosotros habíamos presentado tenía que ver con darle seguridad jurídica a las personas, porque la situación que se da en Uruguay es que si bien el consumo es legal en nuestras cárceles tenemos, básicamente jóvenes aunque no sólo, personas que están presas por consumir.
¿Por qué? Porque la ley te dice si vos tenés una sustancia determinada que está dentro de la lista de estupefacientes, las sustancias prohibidas, el juez determina si la tenés para consumir o si la tenés para vender...

Chury: Depende de la cantidad que tenga en su poder...

Sabini: Exactamente.
Entonces, como hay muchos jueces y hay muchas formas de razonar diferente y la ley no se aplica igual para todos, bueno, lo que tenemos es una situación de injusticia. Porque lamentablemente los que terminan presos son los jóvenes de bajos recursos, porque son los que no pueden acceder a una justicia con un asesoramiento de un abogado. O sea, un juicio por tenencia de cannabis sale U$S 5.000, muy poca gente puede pagar un juico de ese tipo y generalmente lo que ocurre es que los que van presos, que no son la mayoría pro sí hay muchos que van presos por uno o dos años de cárcel son los jóvenes de bajos recursos.

Chury: Mujica dice que uno de cada tres presos es por narcóticos...
Sabini: Claro, porque eso está relacionado con el tráfico. Ahora, si uno mira en el año 2010 todos los procedimientos que se hicieron de incautación de cannabis, el 85% es por cantidades menores a 49 gr.
Entonces, es un número que en realidad lo que nos dice es que estamos dirigiendo muy mal los recursos del Estado. Porque, primero, muchos de ellos son consumidores, entonces la ley a priori, porque además esto lo dice la Constitución de la República, todo lo que son acciones individuales que no afectan a terceros no son materia de los magistrados.
Entonces, por ese lado podemos estar enfocándonos en un lugar que no hay que enfocarse. Y nosotros como Ejecutivo y como Legislativo lo que queremos es que nos avoquemos realmente a donde tenemos el problema, que no es con las personas que portan pequeñas cantidades, el problema no está allí.
Entonces, nosotros habíamos presentado un proyecto en ese sentido, démosle garantía a las personas que consumen que si tienen una cantidad equis esto se considera que es para consumo personal. Pero no sólo por la cuestión de consumo sino porque no tiene sentido que el Estado persiga a una persona que tiene tres porros en el bolsillo.
Y como tú decías muy bien, no sólo en Uruguay, en América Latina, y en EE.UU. también, pero en América Latina la cuestión de las drogas está llenando las cárceles, con todo lo que eso genera a nivel de la cultura, a nivel de los problemas para generar un proceso real de reinserción.
Ahora, los países que han establecido políticas regulatorias, con lo que se encuentran es que esta situación se revierte. Porque no es un problema de seguridad pública los consumidores de cannabis, en todo caso puede constituirse en una situación sanitaria y por eso pensamos que el enfoque tiene que ser básicamente sanitario, es decir un enfoque si se quiere socio sanitario con el consumo. Porque los consumos radican en costumbres.
Entonces, por ejemplo, en el día lunes salió en El Observador una nota relacionada a una Universidad en EE.UU. que decía que el consumo en los adolescentes es muy perjudicial ¿no?

Chury: Sí, alertan por fumar marihuana, lo tengo por acá también, es un despacho de la Deustche Presse-Agentur. “Fumar cannabis afecta el rendimiento intelectual, sobre todo en el caso de los jóvenes”. Es la Universidad...

Sabini: Bueno, yo leí la nota y primero es que está todo incondicional, es decir, marihuana podría afectar, pero además, cuando hablamos de este tema, uno tiene que tener una visión de la salud multidimensional, la salud no es sólo física. Todos saben que fumar tabaco afecta, por ejemplo, a la capacidad pulmonar.
Pero también, por ejemplo, para una persona que fuma tabaco de repente se siente más segura de sí misma, su autopercepción, lo ayuda a relacionarse con otros.
Entonces, es muy difícil decir que esto hace mal. Claro, desde el punto de vista físico sí hace mal, pero en otros aspectos de la vida para la persona es una ayuda. Yo no fumo, aclaro. Porque las personas no son tontas, no podemos tratar a las personas como tontas, por algo consumen.
Es decir, cuando uno se toma un vaso de vino y sabe que luego, por ejemplo, no puede salir a manejar, alguna cosa buena le hará. Entonces, las drogas tienen esta cosa que es como dual y que nosotros tenemos que tener presente...

Chury: El daño y el atractivo...

Sabini: Claro, por qué tomamos mate sabiendo que podemos tener cáncer al esófago. Bueno, porque nos despierta, nos ayuda a sobre llevar el estudio o una charla, compartimos algo. Ahora, hay personas que tienen gastritis por hacer consumido mate y desde el punto de vista químico se trata de una droga, cuando uno no toma mate le duele la cabeza. Entonces, estas cosas las tenemos que tener presentes.
Y lamentablemente el curso este de que las drogas matan, porque en el fondo lo que estamos diciendo es que no consuman porque van a quedar bobos. Y de repente vemos que muchísimos universitarios consumen marihuana y no por eso...
No, lo que tenemos que decir es, bueno, si sos menor lo mejor es que no consumas. Y este sí tiene que ser el mensaje.
Ahora, la política del miedo lleva a la desinformación. Y la desinformación lleva a la ignorancia. Entonces, creo que no es una buena política simplemente decir: esto es malo. Que es lo que hemos hecho hasta ahora y que es lo que ha fracasado además. Porque en el mundo y en el Uruguay también el consumo de marihuana y de drogas ilegales crece y crece con esta política.
Crece con una política prohibicionista en donde no tenemos control de la sustancia y crece con la desinformación y con la ignorancia de la gente de lo que está consumiendo. Porque en todas las otras dimensiones, bueno, cuando una persona va y compra un porro o compra cocaína, no sabe lo que consume. Porque por supuesto, quién hizo la trazabilidad de esa sustancia, nadie, el Estado no la hizo.

Chury: ¿No hubiera sido pertinente hacer una gran consulta a nivel de psiquiatría, a nivel de psicología, a nivel de esas cosas antes de enviar el proyecto al Parlamento?
Digo porque se va a consultar en última instancia en el Parlamento cuando casi que la ley está por ser puesta a consideración para su aprobación o no...

Sabini: Bueno, justamente por eso yo te planteaba, nosotros hicimos un trabajo muy importante previamente. La Junta Nacional de Drogas ha sido muy rigurosa en esto, en intentar que se establezca en el parlamento un ámbito para discutir drogas que no había. Es decir, en el mundo académico y científico hay un enorme debate en este tema y creo que uno puede encontrar posiciones antagónicas.
Si uno ve, por ejemplo, hay algunos países en donde el uso medicinal está muy extendido, sobre todo en los países desarrollados, en Holanda, en Gran Bretaña, en EE.UU. en 17 Estados y ellos tienen una profusa investigación científica en este campo.
Ahora, en Uruguay lamentablemente, sobre todo la asociación de psiquiatría ha tomado una posición que no tomamos con otras cosas en nuestra vida. Porque nosotros convivimos con sustancias muy peligrosas y no por eso las prohibimos, porque no solo se trata de un asunto médico, se trata de una cuestión política, de una cuestión histórica de intereses. Uno estudia por qué se ilegalizó la marihuana y está relacionado con dos procesos que para mí van de la mano.
Uno, las drogas consumidas por los sectores populares siempre fueron estigmatizadas por las clases dominantes. Y podría poner el ejemplo de la ginebra en Inglaterra, en el siglo XIX era estigmatizada la ginebra en contraposición al whisky que tomaban las clases dominantes.
¿En EE.UU. quién consumía la marihuana? L consumían los negros y los mejicanos. Y allá por la década del 30, al finalizar el período de la prohibición, teníamos el departamento antinarcóticos, la DEA, que resulta que se quedaba sin trabajo, se quedaba sin una tarea concreta. Y ese departamento empieza a buscar una sustancia para tener una tarea.
Y bueno, aparece un personaje que se llama Anslinger que lo que hace es empezar a promover en diferentes foros y fundamentalmente en el Senado la prohibición para que este departamento tuviera una tarea. Y esto lo hace con la anuencia de corporaciones farmacéuticas que veían en el cannabis un sustito a sus medicamentos y una competencia a sus medicamentos.
Realmente la historia de la ilegalización del cannabis tiene mucho de irracional. Y luego de esa política que empezó en EE.UU., en la década del 30, del 40 y del 50 con las primeras leyes restrictivas se expandió al resto del mundo. Ahora, esto tiene una raíz histórica y en realidad el primero que dijo que la marihuana era una sustancia que te volvía loco era un veterinario que hacía pruebas con perros en EE.UU.
Entonces, también hay que ir un poco al fondo de la cuestión y al por qué tenemos un uso especial con la marihuana.

Chury: ¿Los drogadictos son todos iguales en materia de consumo?
Quiero decir, ¿les da lo mismo la marihuana que la pasta base? ¿Hay algún estudio que diga que alguna vez un pastabasero, por ejemplo, dejó de consumir esa sustancia y se pasó a la marihuana? ¿Esas cosas se conocen, hay relevamientos?

Sabini: Bueno, hay una teoría por allí que dice que las drogas son sólo relacionales, es decir, que lo que importa es el vínculo que uno establece. Yo digo, sí, el vínculo es muy importante porque lo subjetivo pesa mucho pero también hay una cuestión material, las drogas tienen capacidad adictiva diferente y daños físicos diferentes.
De cada diez personas que prueban alcohol, aproximadamente la mitad sigue consumiendo. La cifra con relación al tabaco es un poco menor, algo así como el 40%. En relación al cannabis estamos en el 25%, es una droga que en su capacidad adictiva es menor.
Ahora, si vamos a la cocaína, a la pasta base, no tenemos exactamente este dato de esta forma pero sí sabemos que la cocaína que en realidad es el compuesto activo de la pasta base es una droga muy adictiva. Entonces, cada sustancia tiene una capacidad diferente y esto afecta a cada uno de los consumidores.
Luego hay determinantes sociales. Por ejemplo, la mayoría de los consumidores problemáticos de la marihuana son policonsumidores. Es decir, consumen marihuana pero consumen alcohol, consumen cocaína, consumen pasta base...

Chury: Toda la gama entonces prácticamente...

Sabini: En general, claro, estamos hablando de algo así como de un 14%. No es que tengan un problema de consumo con marihuana, tienen un problema de consumo en general.
Luego, en Uruguay tenemos un millón y medio de consumidores de alcohol y alrededor de unas doscientas mil personas que tienen situaciones de consumos problemáticos. Es un número muy alto.
Creo que el problema de la pasta base y la marihuana, por lo menos se generó una confusión en la población.
¿Cómo puede afectar que nosotros regulemos al cannabis en relación a la pasta base?
De dos formas. Primero, lo que la Comunidad Internacional denomina romper con el efecto góndola. El efecto góndola es, cuando una persona quiere consumir una droga como la marihuana y no tiene un acceso legal termina en una boca de narcotráfico y allí hay un menú de otras drogas que son toxicológicamente y adictivamente más peligrosas que el cannabis.
En Uruguay claramente es la pasta base, en otros países se llama crac como en Brasil, en Argentina se llama paco. Pero lo que lograríamos es que, bueno, de los cien mil consumidores que tenemos de marihuana que hoy tienen que ir al mercado negro y que se encuentran con la posibilidad de consumir pasta base por una cuestión de mercado, bueno, al tener una vía legal esta situación de mercado se rompe. Y esto no es un invento del gobierno del Frente Amplio sino que está basado en la evidencia internacional en países como Holanda en donde los consumidores de heroína tienen 35 años, no tienen 20. Bueno, porque hace 15 ó 20 años se rompió esa situación de mercado.
Entonces, por un lado vamos a romper el efecto góndola, por lo tanto es esperable que si regulamos el cannabis, a mediano plazo vamos a tener menos nuevos consumidores  de pasta base. Esto es un primer elemento.
El otro elemento tiene sí que ver con los tratamientos. Pero no es tan mecánico, no es mecánico decir que si legalizamos el acceso a la marihuana las personas van a dejar de consumir pasta base. Que estamos hablando además de un consumo que ronda el 0,2%, es decir, unas seis mil personas en el Uruguay consumen pasta base en forma problemática.
¿Cómo podemos ayudar a los consumidores de pasta base? Bueno, cuando una persona quiere hacer un tratamiento para dejar de consumir pasta base, la marihuana, dentro de sus usos médicos, tiene la capacidad de reducir el síndrome de abstinencia de la pasta base. Es decir, un consumo adictivo implica la necesidad del consumo compulsivo, una persona que siente la necesidad de consumir.
Bueno, lo que hacen muchos psiquiatras, en forma solapada porque esto no está regulado, es decirle a los consumidores: bueno, si no podés bancar el síndrome de abstinencia de la pasta base fumate un porro, como un uso médico, como una política de reducción de daño.
Y esto que yo siempre lo decía de esta misma forma, a veces la realidad te llega en forma muy cruda y estábamos conversando en la plaza de Santa Lucía y una madre se me acercó y me dijo con los ojos llorosos: mirá, yo tengo un hijo, es consumidor de pasta base y tengo una plantita en el fondo. Es lo único que yo le puedo dar para que él pueda sobrellevar esa situación.
Entonces, esto es una política de reducción de daños.
Ojo, lo hacemos en las clínicas y en las comunidades terapéuticas con el tabaco en relación a la cocaína y en relación al alcohol. Si uno va a un grupo, un grupo para dejar de consumir, se va a encontrar con que muchas veces en lugar de alcohol lo que consumen es tabaco, bueno, porque el tabaco tiene, es una droga que te genera cierta calma, calma la ansiedad. Entonces, se usa, porque lo que se prefiere a nivel médico es que consuma tabaco y no consuma alcohol porque el daño físico es potencialmente mayor.
Para dar un ejemplo en relación al alcohol, el síndrome de abstinencia al alcohol es igual al de la heroína. Es decir, una persona que es alcohólica y deja de consumir va a tener fiebre, va a tener vómitos, va a tener delirios si lo hace de un día para el otro. Tiene que ser una cosa lenta, paulatina. Creo que todos o muchos de nosotros tenemos a un amigo o a un familiar que pasó por estas situaciones y son situaciones muy duras.
Ahora, en relación al cannabis el síndrome de abstinencia es menor y acá hubo otra confusión grande, nunca desde el gobierno dijimos que la marihuana fuera buena. No, lo que decimos es que, desde el punto de vista científico es menos dañina que otras drogas con las cuales convivimos. Ni más ni menos.
Y eso no significa, porque también tenemos una confusión grande cuando hablamos de legalización. Cuando la oposición nos dice, ustedes quieren legalizar y están promoviendo el consumo. No, el consumo ya está promovido hoy, donde cualquier adolescente, cualquier menor, cualquier persona tiene en su barrio un lugar para comprar sin ningún tipo de control de nadie.

Chury: Aprovecho eso que me estás diciendo porque hay una especie de falta de información en eso por lo que se ha hablado, porque se ha hablado de que el Estado va a tener el monopolio, el Estado va a suministrar el cannabis.
Por otro lado se habló de que en realidad, esto lo ratificó Mujica inclusive en declaraciones a la CNN que serán los privados los que vendan.
¿Qué locales? ¿Hay un esbozo de instrumentación de cómo van a ser esas entidades privadas que distribuyan bajo supervisación del Estado el cannabis?

Sabini: Bueno, es que este es el principal punto de diferencia que presenta el ejecutivo con lo que se había trabajado.
Es decir, el Ejecutivo y yo creo que en buena forma, yo lo había escrito en el 2010 en el semanario Voces, la cuestión del autocultivo puede ser buena para una porción de la población, pero no va solucionar el problema del mercado.
Lo que plantea el Ejecutivo es cómo rompemos el mercado del narcotráfico. Para romper con el mercado hay que seguir los pasos que tienen que ver con la producción, con la distribución y con la comercialización. Cuando se habla de una empresa privada de lo que se está pensando es en un modelo similar al de DUCSA. Es decir, una empresa de propiedad estatal que pueda funcionar bajo el régimen privado...

Chury: Sí, de derecho privado...

Sabini: ¿por qué? Bueno, básicamente porque para establecer un modelo que sea sustentable pensamos que el sector privado tiene más posibilidades de acción.
Ahora, esto no se hizo en ninguna parte del mundo, entonces, necesariamente tenemos que tener un proceso de discusión entre el Ejecutivo y el Legislativo y con la sociedad organizada...

Chury: Hipotéticamente, porque en realidad tendrán que tener distribuidores en todo el territorio de la República ¿no?

Sabini: Bueno, de lo que se trata es que nosotros estamos estudiando un modelo en donde el Estado daría permiso de producir a actores que eventualmente podrían ser privados, luego tienen el monopolio de la compra...

Chury: No estaría concentrada la producción como se habló, porque Mujica...

Sabini: Hay como dos modelos. En el  mundo se producen drogas ilegales en algunos países y hay dos modelos básicamente. Un modelo que es centralizado en donde se centraliza la seguridad porque acá hay una cuestión de seguridad bastante importante, y otro modelo que es descentralizado. Y lo que estamos haciendo con la Junta Nacional de Drogas es estudiar los dos modelos y cuáles son las cosas buenas y las cosas malas de cada uno de los modelos.
Creo que esto no debería estar en un proyecto de ley, es decir, creo que la ley lo que tiene que hacer es establecer el marco general, quiénes tienen que llevar adelante la política, quiénes tienen que...

Chury: ¿Después serían decretos del Ejecutivo?

Sabini: Claro, porque se nos pegó mucho porque es un artículo único pero es un artículo bastante potente porque sino no hubiera generado todo este revuelo, pero sí me parece importante que la ley establezca las responsabilidades. Cuáles son los organismos del Estado que van a llevar adelante cada uno de los pasos, la regulación y finalmente la ejecución de la política. Y esto sí tengo la impresión de que debemos incluirlo, como debemos incluir otras cosas en la ley como, por ejemplo, la posibilidad de producir medicamentos que en Uruguay en el día de hoy eso no está permitido. La posibilidad de producir a partir del cáñamo. El cáñamo pertenece a la familia del cannabis pero no es de uso psicotrópico, es decir, no se puede consumir. Y en Uruguay haciendo, desde mi punto de vista, una interpretación excesiva de la convención no se puede procesar el cáñamo ni plantar, siendo que no se puede consumir como droga, es una cosa un poco absurda.
Entonces nosotros eso lo queremos dejar establecido, en la ley, que se pueda producir el cáñamo. Es decir, que se pueda producir el cáñamo como una posibilidad productiva para los productores y para los uruguayos en general. La investigación científica, hoy es muy difícil, por ejemplo, la Universidad de la República para conseguir marihuana para investigar estuvo dos años.
Entonces, nosotros pensamos que el sistema actual es muy restrictivo y que dificulta el tratamiento integral. Porque siempre nos quedamos con la idea de que el cannabis es para consumir en forma recreacional, pero en realidad es una sustancia que tiene otros usos y algunas de estas cuestiones tienen que ver con enormes intereses que tenemos sobre la mesa, sobre todo de algunas industrias farmacéuticas.
Tenemos investigaciones que hablan, por ejemplo, y mucha evidencia empírica y personas que te lo pueden demostrar con su relato, cuando una persona está haciendo un tratamiento de cáncer para quitar un tumor los dolores son muy fuertes y se receta en forma solapada marihuana y esto lo sabemos muchísimo.
O por ejemplo, si una persona tiene dolores crónicos musculares en la espalda, en las piernas, porque bueno, porque la marihuana reduce el nivel de dolor. Entonces, no es un medicamento como una aspirina que si me duele la cabeza me saca el dolor de cabeza, pero sí tiene un uso medicinal. Para glaucomas porque reduce la presión arterial. Para enfermedades terminales, incluso tenemos una investigación de una revista estadounidense muy prestigiosa en donde a veinte mil consumidores de marihuana durante diez años se les hizo un seguimiento de su capacidad pulmonar y no quedó demostrado que la marihuana, en comparación con el tabaco por ejemplo, reduzca la capacidad pulmonar por ser broncodilatadora. Incluso se utiliza muchas veces para algunas personas que tienen asma.
Entonces, hay muchas, muchas utilizaciones médicas del cannabis. Repito, esto no quiere decir que nosotros le estemos diciendo a la gente que tiene que consumir. No, lo que tiene que quedar claro es que son sustancias con las que convivimos y que con las políticas actuales en Uruguay en los últimos diez años casi que se duplicó el consumo.

Chury: ¿Forma parte esta ley de aquellas quince medidas de seguridad?

Sabini: Sí porque está relacionado con el narcotráfico. El narcotráfico tiene en la marihuana un mercado de unos U$S 40 ó U$S 50 millones. En Uruguay se están dando procesos de sicariato, es decir, por control del mercado. Y creo que sobran los ejemplos en América Latina de cómo el combate al narcotráfico en un sentido militar, no es el adecuado.

Chury: Los controles que se van a hacer los va a hacer el Estado, los controles de producción. ¿Y los controles de cuánto se le vende a cada interesado también los hace el Estado?

Sabini: Sí, nosotros estamos planteando...

Chury: ¿Se van a crear unidades de control? ¿Quiénes van a controlar?

Sabini: Bueno, el planteo que estamos haciendo a nivel del Legislativo, los legisladores que estamos en este tema es, cuando se trata de un consumo nosotros pensamos que ese es un dato personal. Entonces, e plateo que estamos haciendo es, apliquemos la ley de habeas data como un dato sensible. El interés del Estado es que la producción sea para el mercado interno, por lo tanto tenemos que asegurarnos que las cantidades que vendemos son para el mercado interno y no para el exterior.

Chury: Que coincidan con el consumo interno...

Sabini: Exactamente.
Entonces, le tenemos que dar garantía a las personas de que ese dato no va a ser utilizado en su contra. Por ejemp0lo, un médico, un docente o una persona que tiene un trabajo que podría acarrearle problemas por razones culturales.
Entonces, si no aplicamos una política restrictiva en otras drogas, en realidad lo hacemos con el cannabis solo por razones de política internacional, porque estamos hablando de una sustancia que es ilegal casi que el consumo en el resto del mundo. Entonces, evidentemente el régimen jurídico tiene que ser otro.
Ahora sí tenemos que darle garantías a las personas y por eso nosotros estamos planteando que se aplique el habeas data, es decir, que este es un dato sensible y que si yo tengo que presentar mi cédula para comprar, ese dato lo sepa yo y el que vende no lo pueda difundir.

Chury: Sebastián Sabini, te gradezco que hayas venido esta mañana a compartir con nosotros parte de este ciclo que venimos realizando, porque la información tiene un valor enorme siempre en todas estas cosas, en la discusión, en lo que puede estar sucediendo, a dónde lleva.
Te agradecemos mucho que hayas venido...

Sabini: Muchísimas gracias a ti.