“HAY UN EXCESO DE QUERER HACER QUE TODO SEA MASIVO, MILLONARIO EN RECAUDACIONES Y VENTAS. Y ESO NO VA DE LA MANO DEL ARTE”
Contacto telefónico con Litto Nebbia en ‘Producción Centenario’,
lunes 11 de agosto de 2014


Tapa de "Llegamos de los barcos", LP de Litto Nebbia y los Músicos del Centro

 

Para el programa del sábado 9 de agosto, “La música de todos los tiempos” (sábados a las 13 horas), encontró un long play de Litto Nebbia grabado en 1982. Se trata de su primer trabajo discográfico en Argentina tras tres años de exilio en México. Para conversar de este long play, de la época en que se editó y de la música hoy, Hernán Salina recibió –vía telefónica- al compositor y cantautor argentino. Transcribimos la entrevista que Usted puede volver a escuchar aquí:
http://www.ivoox.com/litto-nebbia-audios-mp3_rf_3392614_1.html

 

 

Hernán Salina: Hoy un comienzo distinto porque la 36 Radio Centenario de Montevideo tiene el gusto de recibir a esta hora, en directo, desde Argentina, desde la zona de Tigre, a Litto Nebbia, ese excepcional músico, compositor, artista argentino, trabajador de la Cultura me gustaría decirle también.
Litto, bienvenido a la 36.

Litto Nebbia: Hola, encantado. ¿Cómo estás?
Un saludo allí para todos.

HS: Bueno, un gustazo.
Yo te digo rápidamente Litto que esta Radio generalmente está concentrada en informar, en seguir los temas centrales de la política, de la actividad social, aunque también tiene sus espacios de fútbol, de cultura, pero cada tanto nos damos estos lujos, Litto, como este diálogo contigo.
Te digo que tengo acá sobre la mesa del Estudio la tapa de un disco que vos nos ampliarás los detalles, porque te habrán comentado los compañeros de la producción que se pusieron en contacto contigo, la directora Sandra Barón, que los sábados hacemos un programa que se llama "La música de todos los tiempos" que conduce Adriana D'Ambrosio; donde revivimos música precisamente de distintas etapas. Y acá tengo el disco Litto Nebbia y los Músicos del Centro, "Llegamos de los barcos" es el título. Estás vos parado ahí con el estuche de un instrumento que no me animo a adivinar cuál puede ser.

LN: Es una guitarra sí, porque es una tapa donde, parafraseando un poco el título del álbum y una de las canciones justamente "Llegamos de los barcos", con toda la gente que tocamos tratamos de hacer una especie de montaje como que somos todos emigrantes recién llegados al puerto con las ropas, las valijas, los instrumentos y esa fue la idea de esa tapa.

 

HS: Exacto. Se ve un muelle, hay un barco, hay parejas abrazándose, gente llegando, hasta niños, hay una niña por lo menos.

LN: Es que toda la gente que está en la tapa son músicos o familiares. Toda gente implicada con la que grabamos este álbum que fue en realidad el primer álbum que grabé en Argentina al volver de los años de exilio que estuve por México.
Cuando volví, cuando fue todo el lío pre Malvinas, todo eso, en el ‘82, me uní con esa banda que son de Córdoba, "Los Músicos del Centro". Y bueno, ahí grabé con ellos, armé un  espectáculo y grabé este álbum que era todas canciones nuevas que traía en ese momento de los años que había estado afuera que finalmente fueron tres años y medio.

 

HS: Bien, Litto, te digo entre paréntesis, esta entrevista se va a reiterar mañana sábado. La Directora hizo cualquier cosa, te cuento, cambió la programación, sacó el programa de fútbol, todo para poder tenerte en directo, Litto.

LN: Pobre, lo que pasa es que hago notas con todo el mundo, con gusto, inclusive hago algo hoy en día para gráfica, muchísimas notas para diarios y revistitas culturales que hay, las hago por mail. Contesto, dentro del tiempo que tengo, todo.
Pero con el tema de la radio, lógicamente prefieren que salgas en el momento en que tienen su programa, a veces son los fines de semana u horarios en los que o tengo un show o estoy saliendo para algún lado, viajando y no lo puedo hacer. Y encima soy un cabeza dura que tampoco usa celular y eso, así que si no me agarrás antes no la puedo hacer la nota.

 

HS: Bien vale, por supuesto.
Y te digo, si tenés a alguien a mano que ande con internet, la Radio tiene cámara en el estudio, además. La dirección es www.radio36.com.uy para que conozcas después la Radio.
Pero sobre este disco Litto primero, hay unas líneas que vos escribís que son, precisamente está firmado en Buenos Aires en abril del 82, justo en el inicio de la guerra de Las Malvinas.

LN: Sí, sí, fue justo en esa época que empecé a grabar este disco, que salió dos meses después. Pero, bueno, seguramente ese comentario que hago en la contratapa, como hago siempre con algunos datos en los discos, seguramente lo hice en ese mes, por ahí.

 

HS: Claro, sí, está firmada en esa etapa abril del ‘82 y con esta banda que son todos cordobeses entonces.
Y las canciones son todas tuyas, por lo que estoy mirando.

LN: Sí, sí, son todas mías.

 

HS: ¿Y en qué etapa de tu carrera fue este disco? Porque decías volviendo de exilio ¿Exilio que tomaste por qué motivos?

LN: Bueno, la última época que estaba acá, viviendo por Buenos Aires, la última época acá la cosa cada vez era más embromada con la dictadura y todo, entonces, tenías problemas en cualquier lado. Por ejemplo, yo estaba en una lista de personajes prohibidos y ese tipo de cosas.
Y eso comienza, primero, como una cosita que parece menor. Entonces, vas a hacer un programa de televisión y te dicen, mirá, avisaron de arriba que vos no podés estar acá hoy.
Y vos decís: ¿quién de arriba? Y nadie te decía quién es de arriba ¿no? Entonces te vas a tu casa preocupado porque ni siquiera sabés la razón de por qué estás prohibido.
Y entonces, a los dos días vas a otro programa de televisión donde no estás prohibido pero se corrió la bolilla de que sos una persona medio no grata para la autoridad que hay en ese momento, que era la dictadura, y tampoco podés actuar. Por temor te decían que mejor no actuaras.
Bueno, la cuestión que esto se va pasando así durante un largo tiempo que no pasan tus discos por la radio y todo eso y lógicamente termina en que no tenés dónde tocar, no tenés dónde trabajar y expresarte, al margen de que vivís una situación de nervios e incertidumbre impresionante porque me seguían por la calle, me llamaban por teléfono, me amenazaban. Bueno, una cantidad de cosas que son increíbles de contar hoy en día, que son increíbles para uno que gracias a Dios sobrevivió y está viviendo ahora felizmente nuevamente tranquilo en el país. Pero en ese momento, sabés bien todo lo que pasó acá, la cantidad de gente que desapareció, bueno, todo lo que pasó que ya sabemos.
Entonces, bueno, yo aguanté con los nervios un tiempo largo, como un año, hasta que un día dije, bueno, ya no soporto más estar así, me voy a escapar a algún lado. En ese momento vendí un piano, las últimas cosas que tenía más o menos y me compré un pasaje, me fui justo cuando terminó el Mundial del 78. Me fui a los 3 ó 4 días, me saqué un pasaje y me fui a la aventura.
Y bueno, yo quería ir a algún lugar donde pudiera seguir haciendo lo que hacía toda la vida que era escribir canciones, cantar y tocar. Y mis canciones son en castellano, claro. Entonces, como dos lugares centrales donde poder seguir haciendo esto, yo pensaba que me podía ir a España o a México, pero yo quería seguir por América. Así que me tomé un avión y me bajé totalmente a la aventura en México donde gracias a Dios la gente me ayudó mucho. Los mexicanos son gente solidaria impresionante, muy parecida a la gente de nuestro interior.
Y bueno, me quedé allí. Empecé a tocar en Universidades, empecé a tener alumnos de música, porque no me conocía absolutamente nadie, claro. Y así se empezó a armar hasta que me estabilicé en el lugar y siempre pensando lo que piensa cualquier persona que se tiene que ir a la fuerza de su país, que algún día va a volver tranquilamente.
Así que bueno, pasó todo ese tiempo, y cuando vi que la cosa empezaba a amainar acá porque ya la dictadura estaba por marcharse, porque cada vez tenían más errores y problemas con la sociedad, ahí decidí volver porque había un poco de cierta garantía, de seguridad de que no te pasara nada.
De cualquier manera me volví para acá, gracias a Dios, pero nunca me pude enterar cuál era realmente la prohibición sobre mi persona, la única cosa es que yo hablo como un loro y soy un tipo que digo las cosas que pienso y que siento. Pero quiero decir, yo no era ningún tipo peligroso, no tenía ni una navaja ¿me entendés?

 

HS: Claro, pero ya el hecho de ser referente cultural, ya para una dictadura militar es un objetivo.

LN: Sí, sí, había una persecución que ya era lógicamente así, obsesiva con una cantidad de gente, con amigos, compañeros, cualquier tipo era sospechoso de algo.
Eso fue creciendo porque duró, claro, los años que duró.
Pero, bueno, qué sé yo, tuve la suerte de irme y quedarme en otro lado.

 

HS: A propósito de estos temas, Litto, que mencionabas ahora, después vamos a volver al disco que tengo prohibido pasar un tema ahora, hoy, eso queda para mañana sábado, para el programa, sino me prende fuego el estudio la conductora.
Pero de estos temas que hablábamos, de la dictadura, estamos en una semana donde Argentina ha conmovido a la región, al mundo, pero a la región en particular y hoy se difundió esa conferencia en directo del nieto recuperado de Estela de Carlotto. Que además es músico, porque ahora cuando mencionabas esto.

LN: Sí, es pianista, claro.

 

HS: Y él, sabés que por ahí me pasaron una frase que él dijo previamente. Dijo: "bueno, las ideas de mi padre estarán por ahí. La música de por sí es una actividad política" -lo dijo Guido en estas horas ¿no? ¿Vos compartís de alguna manera esa idea?

LN: Mirá, sí, yo creo que en cualquier profesión y en el arte, siempre hay una actitud política. Porque a veces hay gente que se cree que siendo, yo no soy de ningún partido, dice, soy apolítico. No, no tiene que ver, no es como el deporte que podés ser de Newell's o de Central, como en Rosario de donde soy yo. O como en Buenos Aires de River o de Boca.
No, todo tiene una actitud política. Y aun la persona que no tiene una franja así partidista, digamos,  finalmente con sus decisiones y sus actitudes tiene una actitud política, eso es así.
Y en el arte ocurre muchísimo porque, si vos abordás esa tarea con una gran convicción, con un gran apasionamiento, finalmente, como una actitud que tomás frente a la vida y cada vez que abrís la boca para decir cómo la abordás estás haciendo una declaración que tiene mucho de política.

 

HS: Claro, claro.
¿Cómo vivís vos en particular esto? Bueno, tiene la carga fuerte de que es el nieto de Estela de Carlotto, nada más y nada menos. ¿Pero cómo vivís estos temas? Coincide además que es un músico, Litto. ¿Pero cómo lo vivís vos en particular? ¿Qué sentido le das en este tiempo a este tipo de cosas como la recuperación de este nieto?

LN: Bueno, a mí me parece, todo lo que ha hecho ahí Abuelas, que ya son más de 100 los que han recuperado a través del tiempo y esa obsesión de continuar, de seguir adelante tratando de encontrar la verdad y la justicia, a mí me parece un ejemplo para la humanidad impresionante. Porque imaginate que antes de llegar a las cosas que ha sucedido, siempre fue vapuleada esta actitud que ellas tomaron, menospreciada, inclusive por sectores que también dicen que de eso no hay que hablar más, que no hay que removerlo.
Y no, a mí me parece que no se trata de una cuestión de venganza, a nadie que le desaparezca un ser querido se va a quedar tranquilo, me parece. Y yo creo que está bien la actitud que tomaron.
Ahora, claro, esto ha sido muy emocionante justamente porque es el nieto de Estela de Carlotto que toda la sociedad sabe cuántos años hace que está ella buscando y ayudado en esto. Y bueno, de pronto aparece, así que la verdad que ha sido una cosa muy emocionante realmente, divina.

 

HS: Litto, te cito parte de lo que escribiste en la contratapa de este disco "Llegamos de los barcos".
Dice: "Soy de la idea de que siempre hay  que vivir en constante cambio y no por la novedad que esto pueda significar sino porque significa ir hacia adelante, arriesgarse y evolucionar. Algunas veces ir hacia adelante es ir contra la corriente", escribías vos en este disco del 82 Litto...

LN: Sí, bueno, es una constante eso en mí desde que comencé. Imaginate que yo tengo una carrera muy extensa, y que además, muchas cosas que escribí en la primera época de mi adolescencia que tuvieron la suerte además de tener una trascendencia internacional muy grande, esas cosas mientras va pasando el tiempo se han transformado en un clásico que es como si uno tuviera 200 años.
Y bueno, y es muy satisfactorio eso, muy emocionante espiritualmente. Pero yo nunca he parado de seguir escribiendo canciones, porque siempre digo, el compositor realmente de vida, de corazón, todas las mañanas se levanta, agarra el instrumento y empieza a garabatear algo porque siempre tiene la idea de que cada día va a encontrar una canción que es la mejor canción de su vida.
No importa si una es mejor que otra, peor o menor, pero el tema es la satisfacción espiritual de poder uno depositar en una canción, entre la letra, la música, la interpretación, una cantidad de cosas que uno tiene en su sentimiento, y que bueno, después sí van a un disco posiblemente y tiene el acceso de que la puede escuchar cualquier persona y de eso se trata la carrera de uno.
Entonces, yo no soy el tipo de artista que se ha quedado en lo que al comienzo le dio éxito. No critico al que lo hace porque no todos tienen la obligación de pensar o de sentir lo mismo que uno, pero yo no soy de esa clase de artista, de que voy a estar toda mi vida cantando exclusivamente lo que ya me garantizó el éxito. Yo trato de buscar cosas nuevas, que sí están dentro de mi estilo, pero que son con un punto de refinamiento y de una madurez mayor en la medida  que lo que yo escribo va avanzando cronológicamente con la vida.
Por ejemplo, este disco que vos vas a pasar luego, "Llegamos de los barcos".
Cuando yo traje eso, en ese momento era un disco muy refinado, muy exquisito. Un disco que decías que no se podía pasar por la radio porque no es comercial. Sin embargo el disco en su momento vendió más de 20.000 ejemplares, se sigue vendiendo hasta el día de hoy y hay canciones de ahí que pasaron a ser pedidas e todos lados como si fueran un verdadero hit. Y en realidad no lo pasaba por la radio nadie al disco.
Entonces, esto es lo que a mí me interesa del arte, conseguir que haya un montón de gente que confíe en lo que uno hace y que vuelva a escuchar lo nuevo que uno va escribiendo porque después de todo, la primera vez que lo escucharon tampoco sabían lo que uno iba a tocar.

 

HS: Estamos salteándonos cosas que podríamos hablar de La Balsa, de Los Gatos, pero vos jugaste un papel importante también en romper fronteras y algo tan importante en la defensa de la cultural, desde el rock acercar lo que se conoce como el folklore también, a inicios de los ‘70.

LN: Sí, sí, siempre me interesó y lo sigo haciendo. Yo llamaba eso de fusionar, mi idea de fusionar siempre ha sido la de que, bueno, uno reconoce y tiene en su corazón, como buena tierra llena de migración que es Argentina, tiene mucho tango y mucho folklore.
Pero yo no soy un folklorista, un gaucho. Y tampoco soy el tanguero, el guapo del 900, y tengo eso metido en mí.
Entonces, bueno, a mí se me dio de empezar a escribir un tipo de canción que es argentina, es música popular y representa parte de la idiosincrasia nuestra. Nunca pesé tampoco que la música mía es un 100% pura para representar a todo el mundo, es una cuestión de sentimiento más que nada.
Entonces, comencé a tocar con folkloristas y algunos tangueros, esto en los años 71, 72. Lógicamente, toqué con algunos que era de cabeza muy abierta, que no era de mentalidad ortodoxa. Y cuando empecé a tocar con ellos la parte ortodoxa del folklore decía que lo que tocábamos no era folklore, y las partes rockeras que me seguían decía que los había traicionado porque no tocaba rock.
Pero eso fue un tiempo, después esto fue aceptado y hoy en día podés ver acá en Argentina que cualquier artista de cualquier género tiene de invitado el fin de semana a otro artista de otro género y se lleva bien.
Lo mismo, una cosa que también me gustaría sumar a esto, no solamente la fusión mía ha sido con el tango y el folklore nuestro sino también con algunos rasgos de la música brasilera que yo adoro, la bossa nova, que yo tenía 10 años cuando nació la bossa nova y tuve la suerte de conocer a Tom Jobim y a tanta gente.
Y también siempre con toda una actitud bien de uruguayés que tiene que ver con el candombe a partir de mi amistad y mi admiración con los hermanos Fattoruso, con Ruben Rada, con Eduardo Mateo y toda esa gente divina.
Entonces, bueno, yo he mezclado todo eso, yo creo que tengo todo eso porque soy un rosarino nieto de piamonteses y andaluces que se vino a vivir de chico a Buenos Aires y que anda por todo el mundo girando.
Entonces, de ahí sale esta música que yo hago mezclada con mi personalidad, con mi sentimiento, claro.

 

HS: No quiero que terminemos este diálogo sin que mencionemos algo del trabajo que has desarrollado desde hace unos cuantos años con el sello Melopea, Litto, que lleva además el nombre del disco que vos sacaste en el año ‘74.

LN: Sí, se cumplen 40 años este año del disco y lo voy a tocar completo en diciembre de este año en un teatro acá en capital, completo el disco como era.

 

HS: Ah, lo vamos a buscar para difundirlo.
¿Bueno, pero por qué te lanzaste también en ese camino de un sello discográfico?

LN: Sí, fue hace bastante tiempo, 23 años creo ya.
Mirá, yo empecé con esto del sello porque yo soy también de trabajar mucho, me gusta grabar, y no sólo me gusta grabar todo el tiempo, siempre tuve el ánimo de querer hacer cosas de otros músicos que me gustan, de ayudarlos, compartir y todo eso. Pero claro, primero empecé a hacerlo en las compañías con las cuales tenía contrato y me dejaban hacer poquitas cosas. Como, no, esto no vale, esto no sirve, esto no vende, esto no sé qué. Hasta que un día, la verdad que me cansé y dije, bueno, yo para poder hacer todo lo que quiero tengo que tener un lugar así como mi laboratorio.
Y bueno, muy de a poquito fui construyendo el estudio que tenemos en Melopea. Digo muy de a poquito porque no tenía la plata completa para hacerlo, tardamos 4 años en hacerlo. Y cuando estuvo terminado, bien hecho, que suena bárbaro, ahí empecé a producir y hasta hoy en día te digo Melopea que sigue siendo un sello independiente y pequeño tiene hecho en los 23 años aproximadamente 600 álbumes donde hay música de calidad, de tango, de folklore, de flamenco, también música de películas soundtracks, hay también mucha cosa hecha de uruguayos, cosas que me gustan exclusivamente. Eso es lo que hago.

 

HS: Claro.
¿Y cómo ves el panorama, a nivel de la Cultura pero en particular de la canción, en donde se ha masificado por el desarrollo tecnológico? Ya no cuesta tanto grabar, de repente sacar un disco, tener instrumentos. ¿Pero cómo ves desde el punto de vista del contenido, de la forma, el panorama de la música argentina o de la región?

LN: No sé, veo que internacionalmente hay un exceso de negocios, de querer hacer que todo sea masivo, millonario en recaudaciones y ventas. Y eso es una cosa que desgraciadamente no va de la mano del arte, de la carrera del arte. No puede ser que se tire una idea de que para dedicarte a la música tenés que ser súper famoso y llenar estadios todos los días. La música es una cosa espiritual y después cada quien tendrá la suerte de que lo siga más o menos gente, ganar más o menos dinero, eso es otra cuestión.
Pero en los últimos 10 años, por poner una fecha, veo que hay un desarrollo de negocio que es mayor que lo que es la parte creativa, la parte creativa de los músicos.
Entonces, viajo mucho tocando por el interior de Argentina donde veo músicos con esta variedad regional que tiene Argentina. Que en Santiago del Estero hay uno, que en Rosario hay otro, que en Mendoza hay otro, y eso después vos no lo ves reflejado en los grandes medios, porque los grandes medios lo único que pasa son las 10 grandes canciones que imponen a fuerza de publicidad, de moda. Y me parece que es una pena eso para el arte.
Primero porque el público que tienen, especialmente el público joven, lo esclavizan porque no termina de saber toda la música que existe sobre el planeta. Lo que están escuchado es el 0,0005 de toda la música que existe, y es una pena.

 

HS: Bueno, Litto, para nosotros es un orgullo, te digo que personalmente hemos tenido la suerte de conocer Rosario, una gente impresionantemente cálida. Anduvimos hace unos años ahí por la zona del Patio de la Madera de Rosario.

LN: Sí, qué lindo que es.

 

HS: La gente muy cálida, igual, igual como que estuviéramos en Uruguay.
¿Y qué tiene Rosario que salen tantos músicos como vos de ahí?

LN: Mirá, yo creo que Rosario es un lugar que no quiere parecerse a Buenos Aires y tampoco es propiamente dicho del interior de Argentina porque está a 260 km. Ha tenido durante una larga época, cuando yo era chico con mis padres, el puerto abierto, imperaba la mafia y había un exceso de bohemia y eso ha dado siempre a que es un lugar trasgresor en una cantidad de cuestiones que tiene que ver con las expresiones.
Por eso, y hoy en día más, apoyado también por la política del lugar, es bárbaro porque cada dos cuadras hay una librería para canjear libros, hay escuelas de danza, de cine, de música. Está lleno de eso y la verdad que es una satisfacción.
Ahora, no hay una única razón para decirte por qué sale tanto músico, pero sí, el músico que sale de ahí, como nosotros cuando éramos pequeños adolescentes y nos vinimos, el que se viene para Buenos Aires a probar suerte tiene muy claro de que no tiene que parecerse en lo que hace a nada de lo que haya en Buenos Aires, tiene que tener personalidad.

 

HS: Bueno, y por último, a las generaciones jóvenes de músicos, de compositores, no quiero usar el término "consejo" porque a veces no se quiere usar eso. ¿Pero qué te gustaría transmitirles o qué les transmitís cuando tenés chance de hablar con las nuevas generaciones que están ahí peleando por mostrar lo suyo, quizás muy metidos también en internet, en esto de las computadoras? ¿Por dónde debe buscar hacia adentro un músico, un artista de estos tiempos?

LN: Yo creo, bueno, hay mil cosas para decirle a un músico joven. Pero una de las que a mí me parece más importante es que nadie tiene que dejase explotar a canje de que le prometan que va a ser famoso, ese es el kit de la cuestión para mí en esta profesión.
Hay muchos chicos, muchos músicos que tienen como cualquiera la ansiedad de ser conocidos, de podes tocar aquí, allá y todo, y terminan al final yendo a lugares o espacios donde acceden a hacer unos contratos y unas vinculaciones que los perjudica finalmente porque les cambia toda la esencia original.
Uno lo que tiene que hacer es lo que uno quiere y lo que uno siente. Y si alguien les propone hacer algo distinto tiene que darse vuelta, continuar e ir a otro lado.

 

HS: Litto Nebbia, bueno, la gente te está escribiendo, saludándote, Marta, Óscar te mandan un abrazo. Algunos se sorprenden, claro, con tenerte en directo a esta hora en la Radio. Tenemos que cerrar porque  respetarte los tiempos que tenemos contigo.
Un orgullo para esta Radio recibirte. Mañana va a estar sonando este disco en la tarde aquí en la Radio a partir de la 1:00 de la tarde de este sábado.
Gracias por todo el trabajo que has hecho y que seguís haciendo. Y, bueno, no será la última oportunidad de conversar, Litto.

Litto: No, claro que no.
Bueno, gracias por la nota y dentro de un par de meses que saco u álbum nuevo, les voy a hacer llegar uno para que lo tengan, con gusto.

 

HS: Cómo no.
Y, bueno, vamos a estar atentos a cuando hagas Melopea de nuevo entonces cumpliendo esos 40 años.
 
LN: Dale, dale, muy bien.
Un saludo para todos y muchas gracias.

 

HS: Un abrazo.

LN: Un beso grande.